El clima decididamente primaveral permitió a mucha gente visitar por la tarde las numerosas iglesias de la ciudad, que permanecían abiertas hasta altas horas de la noche. Entre ellas se encuentra también la histórica iglesia del Milagro Eucarístico en via Lagalante, excepcionalmente abierta para la ocasión. Pero uno de los momentos más sentidos del Jueves Santo sigue siendo el de la misa vespertina “in Coena Domini”, en memoria de la última cena de Jesucristo con los apóstoles. Con esto comienza el Triduo Pascual, es decir, los tres días en los que se conmemora la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, durante esta celebración también se realiza el lavatorio de los pies, tal como lo hizo Jesús durante la Última Cena.
El momento de oración se prolongará hasta esta noche: a las 15 horas, precisamente, comenzará la procesión de Nuestra Señora de los Dolores que se prolongará hasta mañana por la mañana.