Farmacia en Villanova, Campinoti: “¿Por qué se consideró urgente recién ahora?”

Farmacia en Villanova, Campinoti: “¿Por qué se consideró urgente recién ahora?”
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Por fin la inauguración de la antigua escuela de Villanova, rehabilitada y transformada en farmacia municipal, después de años de gastos inútiles y de abandono total de un lugar que -como recordarán quienes, como yo, han pasado por allí hasta hace poco-, ha estado en condiciones de total abandono y deterioro durante años.

La estructura, como es bien sabido, fue utilizada inicialmente como sede de cooperativas que, una vez trasladadas a otro lugar, dejaron espacio para que el lugar se convirtiera en una especie de vertedero ilegal a cielo abierto, entre cadáveres de coches y montañas de residuos.
A pesar de la absoluta utilidad del uso actual previsto para la estructura (una farmacia, de hecho), me pregunto cómo la administración municipal consideró urgente -hasta el punto de limpiar apresuradamente el área en un tiempo sin duda récord- la mejora y la transformación. de lo mismo sólo y sólo ahora: sólo y sólo durante la campaña electoral, por así decirlo.
Me pregunto, una vez más, si a otra escuela, en la cercana Martignana, le espera la misma suerte de remodelación apresurada pero aún tardía: también fue abandonada después de ser entregada a cooperativas para ciudadanos de fuera de la UE, también fue reducida a un tamiz por matones que , a lo largo de los años, lo han robado y desfigurado, y también es producto de inversiones públicas incorrectas, del dinero de los contribuyentes tirado al viento de la peor manera posible.
Porque, en la época histórico-social en la que nos encontramos, la pobreza se expande cada vez más incluso entre las familias italianas y dado que no falta tiempo para lograrlo, no se pensó en transformar estructuras como ésta en viviendas sociales o viviendas públicas. ?
¿Por qué, sobre todo, sólo la prisa por votar durante la campaña electoral hace urgente lo que habría sido importante y útil lograr hace años?
El valor del dinero, sobre todo si proviene del bolsillo de los contribuyentes, parece cada vez más incomprensible para la clase política dominante de nuestro territorio y, sobre todo, ciertamente diferente del que tiene un empresario: por eso es de esperar que ya sea hora de ver finalmente al alcalde-gerente como alcalde en lugar de un “simple” alcalde-político.

Simone Campinoti Alcalde – Gabinete de prensa

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