Caso Rupnik, el llamamiento de las mujeres que lo denunciaron por abuso: “Quitenle los mosaicos”. Cardenal O’Malley: «Ofenden a las víctimas»

Cinco mujeres que han acusado al ex padre jesuita Marko Rupnik de abuso y “presión psicológica y espiritual” han pedido que las obras del hombre sean retiradas de los lugares de culto donde se exhiben. De hecho, el ex jesuita esloveno también fue un exitoso artista del mosaico, y los frutos de su trabajo son visibles en todo el mundo, desde Fátima hasta Lourdes, pasando por la Capilla Redemptoris Mater del Vaticano. “Independientemente de cualquier proceso en curso contra el autor, e independientemente del resultado, lo que se pide es que prevalezcan razones de sentido común para no utilizar estos mosaicos en ambientes eclesiales, incluso independientemente de su valor artístico”, se lee en una carta dirigida a varios obispos de todo el mundo y escrito por Laura Sgrò, abogada de los cinco denunciantes.

La carta

La carta continúa argumentando que la exposición de las obras de Rupnik es “inapropiada” y que lleva a revivir el trauma de las mujeres que “tienen que lidiar diariamente con las consecuencias psicológicas que les han causado los abusos”. «Además – añade Sgrò – se supo que durante la realización de algunos mosaicos, al menos una monja sufrió acoso de carácter sexual incluso en el andamio, mientras participaba en la instalación del mosaico. Otras monjas dijeron que actuaron como modelos para las obras de Rupnik, que también fueron exhibidas en lugares sagrados, y fueron abusadas mientras posaban”.

Un «modus operandi»

El texto enviado a los obispos habla de “un modus operandi muy extendido y sistemático del padre Rupnik, que ha persistido en el tiempo, y que ha causado daños irreparables a muchas mujeres”. El pasado mes de octubre el propio Papa Francisco reabrió el caso del ex jesuita, estableciendo una excepción especial al plazo de prescripción. Hoy, 28 de junio, el presidente de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores, el cardenal Sean O’Malley, también expresó su solidaridad con las presuntas víctimas.

La carta de O’Malley

De hecho, ha escrito a los dicasterios de la Curia romana para expresar la esperanza de que en este período “la prudencia pastoral evite exhibir obras de arte de manera que se pueda dar a entender” que se trata de “una exoneración o una defensa sutil” de la supuesta autores de abusos “o indican indiferencia ante el dolor y el sufrimiento de tantas víctimas de abusos”. Sin embargo, en los últimos días el prefecto del Dicasterio para la Comunicación, Paolo Ruffini, defendió la permanencia de las obras de Rupnik en los lugares de culto donde se exponen. “Como cristianos, debemos entender que la cercanía con las víctimas es importante, pero no sé si (eliminar el arte de Rupnik) es una forma de unirnos (con ellas)”, dijo durante una conferencia en Atlanta. Añadiendo: “Quitar, borrar y destruir arte nunca es una buena opción”.

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