Autonomía diferenciada, la autocrítica fallida de Bonaccini

Entre las fake news que – como informó Massimo Villone en manifiesto – circulan sobre el tema de la autonomía diferenciada, una muy arraigada es que la posición de Emilia-Romaña es cualitativamente diferente de la del Véneto y Lombardía.

El equipo editorial recomienda:

Emilia Romagna no tiene coartada sobre el referéndum

Ésta es la tesis que ha sostenido en múltiples ocasiones el presidente regional saliente, Stefano Bonaccini, la última de ellas en una entrevista reciente con Repubblica, en la que formula dos argumentos: que la decisión de Emilia-Romaña de unirse a Véneto y Lombardía fue «compartida con todos los interlocutores sociales y sin jamás un voto en contra en el consejo regional” y que “la solicitud de Emilia-Romaña se refería sólo a algunas de las 23 cuestiones potencialmente previstas, especialmente funciones limitadas y específicas dentro de ellas”.

EL PRIMER ARGUMENTO Es, técnicamente, un llamamiento de los partidarios (políticos): pretende recordarnos que las asociaciones, los sindicatos y todas las fuerzas políticas de izquierda y derecha del Partido Demócrata (incluido el M5S, donde quiera que se coloque) apoyó la decisión de Emilia-Romaña de tomar el camino de la autonomía diferenciada. En esto, Bonaccini tiene sus razones: si es cierto que la forma hiperpresidencialista de gobierno regional asigna un peso preponderante al presidente, también lo es que ninguno de los que trabajaron a su alrededor -ni siquiera el ex vicepresidente de 2020 de la región, Elly Schlein – intentó actuar como contrapeso. No es cierto, sin embargo, que esta alineación unánime sea una peculiaridad de Emilia-Romaña, ya que, aunque en orden inverso, ocurrió exactamente lo mismo en los referendos consultivos celebrados en 2017 en Véneto y Lombardía (aunque, en esta última región, con cierta indecisión por parte de las fuerzas de centro izquierda).

En cuanto al segundo argumento, hay que recordar que la mayoría de las solicitudes de las tres regiones abarcan los mismos ámbitos de forma idéntica: el Véneto pide los veintitrés sujetos abstractamente elegibles, Lombardía pide veinte y Emilia-Romaña dieciséis. Más allá de los sujetos, es correcto, como dice Bonaccini, mirar las funciones en las que se divide cada sujeto individual. Quien así lo hiciera descubriría, sin embargo, una realidad distinta de la edulcorada por el nuevo parlamentario europeo. Si una diferencia de enfoque caracteriza la posición de Emilia-Romaña es, de hecho, la propensión a hacer solicitudes que quizás sean menos extensas, pero en la práctica a menudo incluso más incisivas que las de las regiones lideradas por la Liga Norte.

PARTICULARMENTE RELEVANTE Son los casos de los museos (que a la región le gustaría que todos, incluidos los estatales, fueran adquiridos por su gobierno), del gobierno del sistema de transporte (que incluye todas las redes de carreteras y ferrocarriles), del medio ambiente y del territorio. (ámbitos en los que las solicitudes regionales pretenden poder actuar en contra de la legislación estatal para suavizar las actuales limitaciones de protección) y de las autoridades locales (respecto de las cuales Emilia-Romaña revela una fuerte voluntad de centralismo regional).

Quizás el caso más llamativo, sin embargo, sea el de la educación, en el que la región liderada por el PD pretende crear un sistema escolar regional paralelo al estatal, que competirá con este último para que las familias decidan si matriculan a sus hijos. asistir a uno u otro. Cabe recordar las palabras utilizadas en el borrador de acuerdo estado-región filtrado en mayo de 2019, según el cual el objetivo es «garantizar la creación de un sistema unitario e integrado de educación secundaria de segundo ciclo y de educación y formación profesional en las regiones contexto (IEFP) que, respetando la autonomía escolar, permita el desarrollo de competencias de los jóvenes en consonancia con las oportunidades laborales del territorio y con la profesionalidad requerida por las empresas, garantizando el derecho efectivo de los jóvenes a elegir si desean cumplir con su derecho y deber de educación y formación en el “sistema educativo”, de competencia estatal o en el “sistema de educación y formación profesional” de competencia regional”.

De este modo, el instrumento más importante para la construcción del espacio simbólico de pertenencia colectiva, la escuela, pasaría al control regional: es difícil no comprender las consecuencias negativas que de ello se derivarían para el mantenimiento del sentimiento de solidaridad nacional. político, económico y social- consagrado, como deber obligatorio, por el artículo 2 de la Constitución.

En resumen: si existe alguna (modesta) diferencia cuantitativa entre el regionalismo diferenciado del Véneto y Lombardía, por un lado, y Emilia-Romaña, por el otro, desde un punto de vista cualitativo es difícil captar una brecha verdaderamente significativa. .

NEXT Hoy tormentas y cielos soleados, martes 2 parcialmente nublado, miércoles 3 tormentas y cielos despejados » ILMETEO.it