Baskin en Cremona – El deporte se vuelve inclusivo

Baskin en Cremona – El deporte se vuelve inclusivo
Descriptive text here

Cuando el deporte se vuelve para todos: nace baskin en Cremona, sin excepción

Para satisfacer las necesidades de todos los alumnos de una escuela secundaria de Cremona, un padre y un profesor consiguen adaptar un deporte como el baloncesto haciéndolo decididamente más inclusivo. Un proyecto que recorrerá Italia y el mundo

Perspectivas

30 de marzo de 2024
30 de marzo de 2024

CREMONA – Organizar una escuela secundaria en Cremona, la clase de educación física, la necesidad de unir las solicitudes de todos los estudiantes, incluidos aquellos con discapacidad. Y la intervención fundamental de un profesor, llamado Fausto Cappellini, y de un padre, Antonio Bodini. Son los ingredientes de una historia hecha de deporte e inclusión, de educación física y de la capacidad, ya no de la necesidad, de poder reunir a niños con todo tipo de capacidades y discapacidades. Y luego él, el gran protagonista: el baloncesto. Que se convierte en baskin, una nueva disciplina, la unión de las palabras ‘baloncesto’ e ‘inclusivo’ – es un gran trabajo experimental que, ya durante su planificación, involucró a un gran número de personas – deportistas, aficionados, familias, curiosos – dentro de una continua discusión evolutiva hacia algo que iba tomando forma ante sus ojos. Baskin, reconocido desde 2019, es un deporte abierto a todos, jugadores y jugadoras con y sin discapacidad, de todos los niveles y de cualquier edad. Es inclusivo, atractivo y competitivo: en Italia hay más de 5.600 jugadores, entrenadores, árbitros, funcionarios y directivos y más de 5.000 estudiantes y también está muy extendido en España, Francia, Grecia, Luxemburgo, Alemania, Serbia y Bélgica.

¿Cuál es exactamente el secreto de este ‘baloncesto modificado’? ¿En qué consiste el baskin? Según informa Il Fatto Quotidiano, la profesora y los padres notan, por ejemplo, que los niños no se acercan a las canastas habituales porque no tienen fuerza suficiente para lanzar la pelota tan alto. Por este motivo acoplan al respaldo una cesta inferior, para que desde ella puedan tirar incluso aquellos que no pueden hacerlo con las cestas tradicionales; luego construyen canastas más pequeñas, debajo de las tradicionales, pero las dificultades no se resuelven, al contrario, superponen dinámicas demasiado distintas en un solo punto del campo: el juego no funciona. Luego intentan colocar canastas de minibasquetbol lateralmente, en la mitad del lado largo de la cancha: esta prueba abre inmediatamente espacio en la cancha. Alrededor de la canasta lateral construyen una zona circular protegida, exclusiva para algunos jugadores con especiales dificultades: allí pueden permanecer sin miedo y al mismo tiempo tener la posibilidad de tirar a la canasta y participar en los puntos del equipo. Es una zona libre, pero siempre forma parte del campo, no excluida del juego; al jugador apostado allí se le llama ‘pivote’, es decir, el rol que en el baloncesto suele ser -hace años, ahora un poco menos- estático en el centro del área. Como no se trata de un deporte creado desde cero, no era ésta la intención de sus creadores, sino un deporte “modificado”, no podían faltar las reglas que, básicamente, deberían haber hecho que este juego fuera estimulante para todos los protagonistas en el campo. Nadie excluido.

PREV Final del cuarto partido, Perugia gana el campeonato y el Grand Slam – Volleyball.it
NEXT Randonnée di Misterbianco, dos rutas por la llanura de Catania