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“Los tumores cardíacos, es decir los que se originan a nivel del corazón, pueden ser primitivos, cuando se originan en el corazón, o metastásicos si el corazón está afectado por metástasis derivadas de un tumor situado en otra parte”. Los tumores cardíacos primarios, especifica el oncólogo, “pueden ser malignos o benignos: afortunadamente, aproximadamente el 70-80% son benignos y sólo el 20-30% son malignos”. En cuanto a su localización, pueden surgir en diversas estructuras del órgano cardíaco, afectando al miocardio, es decir, el músculo cardíaco, al endocardio, es decir, la membrana que recubre las cavidades del corazón o al pericardio, que es la membrana que recubre externamente el corazón. .
Tipos de cáncer de corazón
El corazón puede verse afectado por dos tipos de tumor, primario, cuando surge del mismo músculo, o pueden ser metástasis generadas por otros tumores. Si el tumor es primario se debe distinguir entre benigno o maligno. Los tumores malignos primarios son muy raros, es más probable que se produzca una formación metastásica. Hablamos de cifras bajas en Italia, alrededor de 50 casos por año y generalmente se originan en el miocardio (el músculo cardíaco), mientras que los de la parte de revestimiento, el endocardio, son menos frecuentes. La mayoría de los tumores cardíacos, alrededor del 80%, son benignos.
Los síntomas que deberían alertarte
Establecer un tumor cardíaco basándose únicamente en los síntomas no es fácil, pero los síntomas son lo suficientemente graves como para requerir pruebas específicas. Insuficiencia cardíaca, arritmia, taquicardia, insuficiencia cardíaca, pero también accidentes cerebrovasculares y enfermedades coronarias: estas son las señales de alarma que empujan a los cardiólogos a realizar más investigaciones. Los tumores benignos, pues, también pueden ser totalmente asintomáticos.
Las pruebas de diagnóstico pueden salvar vidas
Las pruebas diagnósticas son fundamentales: “De hecho, existen criterios radiológicos precisos que ayudan en el diagnóstico, teniendo en cuenta que algunas lesiones benignas tienen características radiológicas específicas que las distinguen de las lesiones malignas. Sin embargo, en el caso de los tumores cardíacos malignos, al ser raros, “Es fundamental que sean gestionados y tratados únicamente en centros altamente especializados y con elevados volúmenes de actividad”. En general, concluye el presidente de la Fundación Aiom, Saverio Cinieri, “es bueno no descuidar nunca ningún síntoma, incluso los aparentemente más leves, desde el dolor en el pecho hasta una ligera dificultad para respirar, y hablar siempre de ello con el médico”.
Tratamientos para afrontar el cáncer de corazón
La extirpación quirúrgica del tumor es la solución definitiva. En la mayoría de los casos de tumores benignos esta vía es la más segura. La situación es diferente en el caso de los tumores malignos, casos en los que ni siquiera se puede proponer la cirugía. Por eso apostamos por la radioterapia combinada con quimioterapia. Terapias que no se excluyen ni siquiera en casos benignos porque reducen el riesgo de recurrencia.
