Café, para algunos el inicio del día, para otros una excusa para vernos y para otros todavía un descanso y un momento de tranquilidad de todo.
El café no es sólo una bebida, sino que también tiene un fuerte valor cultural y social, hasta el punto de convertirse en un auténtico ritual. El “ritual del café”un momento imperdible durante el día para millones de personas, no sólo para disfrutar de la bebida en sí, sino por la oportunidad que ofrece de darle vida a Momentos de sociabilidad y de compartir.
Sin embargo, a lo largo de los años, el café también ha sido objeto de numerosos estudios. Se obtienen varios resultados, unidos por una conclusión: Si no se pasa del límite de cuatro o cinco tazas al día, los beneficios para el organismo son variados.
Rico en antioxidantes, Además de poder estimular el sistema nervioso central, el café se puede consumir de forma segura hasta cinco tazas al día. (dos en su lugar para mujeres embarazadas o en período de lactancia). Con estas cantidades, de hecho, podemos beneficiarnos de las propiedades de esta molécula, sin excedernos el límite de cafeína se considera seguro para adultos sanos basado en la evidencia disponible.
No es casualidad que utilicemos el café como “recarga” durante el día: La cafeína puede reducir la fatiga, aumentar el estado de alerta y acortar los tiempos de reacción.. Propiedades conocidas por todos, pero especialmente por aquellos acostumbrados a realizar trabajos largos y rutinarios. Pero ojo, no se puede pensar que un consumo elevado de cafeína pueda sustituir las horas necesarias de sueño.
¿Cuántas veces has oído que el café aumenta la presión arterial? Si es cierto que a corto plazo puede aumentar los niveles, manteniendo un consumo regular, sin embargo, con el tiempo el organismo desarrolla una forma de tolerancia que protege a los consumidores más frecuentes del riesgo de desarrollar hipertensión a causa del café.
IPor tanto, el café no parece aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares., ¡lejos de ahi! Su consumo moderado parece protegernos de enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 2cuya incidencia se vería perjudicada por una serie de efectos inducidos por la cafeína: desde la reducción del apetito y del aporte energético hasta el consiguiente control del peso corporal.
Por otro lado, un café tomado una hora antes de la actividad física parecería aumentar el rendimiento deportivo al mejorar la concentración y favorecer la producción de energía.
El café es sin duda una de las bebidas más queridas y consumidas en todo el mundo: espresso, americano, caliente, frío… Pero ¿cuál es la mejor forma de consumirlo? Definitivamente sin azúcar.
En las dosis adecuadas y respetando las necesidades de cada uno, especialmente dentro de la dieta mediterránea, el café parece tener un notable efecto positivo en nuestra salud… y en nuestros días.
