Piedra clave
La NASA ha elegido a SpaceX para la construcción del vehículo que, hacia 2030, deberá derribar la Estación Espacial Internacional, que ya ha llegado al final de su vida.
El contrato de 843 millones de dólares implica el desarrollo de un “remolcador espacial” que deberá atracarlo y acompañarlo en un regreso controlado a la Tierra, sobre una remota región oceánica como el Pacífico Sur. Así lo anunció la NASA en un comunicado difundido el 26 de junio, explicando también que se trata de la mejor opción frente a alternativas como desmantelar la ISS en componentes más pequeños o transportarla a órbitas más alejadas de la Tierra.
“La elección de un vehículo para la maniobra de salida de órbita de la Estación Espacial Internacional ayudará a la NASA y a sus socios internacionales a garantizar una transición segura a la órbita terrestre baja al final de las operaciones de la estación”, dijo Ken Bowersox, administrador asociado de la NASA para operaciones espaciales. «Esta decisión también apoya los planes de la NASA para futuras estaciones comerciales y permite el uso fluido del espacio cercano a la Tierra. La ISS – añade Bowersox – seguirá siendo un modelo para la ciencia, la exploración y la colaboración internacional en el espacio”.
El retiro de la Estación Espacial está previsto para 2030, fecha hasta la que la NASA y otros socios internacionales se han comprometido a mantener activa la Estación Espacial, con la excepción de Rusia que ha confirmado su apoyo sólo hasta 2028. Sin embargo, en el caso de que Se decide alargar la vida útil de la ISS, el contrato también prevé la posibilidad de que el vehículo tractor permanezca almacenado a la espera de ser utilizado.
ASD
