Está en la morgue, ven a buscar sus cosas”.

Dalila Di Lazzaro perdió a su hijo Christian en 1992, él tenía sólo 22 años y ella, en cambio, 37: “Éramos muy unidos. Me llamaron desde el hospital y me dejaron un mensaje en el contestador: ‘tu hijo está en la morgue, ven a buscar sus cosas’. ¿Pero cómo se deja un mensaje así?”.

Dalila Di Lázaro, que ahora tiene 71 años, habló extensamente en una entrevista con el Corriere della Sera. Habló de sus amores, su carrera y sus traumas. La actriz perdió un hijo: “Christian nació en 1969, hoy yo sería abuela. Quién sabe. Fue atropellado por un coche la tarde del 19 de mayo de 1992 mientras regresaba a casa en su scooter, en Cassia”.

La historia de Dalila Di Lázaro

Dalila Di Lazzaro perdió a su hijo en 1992, él sólo tenía 22 años y ella, en cambio, 37: “Lo tuve cuando tenía quince años. Éramos muy cercanos, nunca tuvimos problemas con él”. El sueño roto de Christian contado por la actriz:

Christian nació en 1969, hoy sería abuela. Tal vez. La tarde del 19 de mayo de 1992 fue atropellado por un coche mientras regresaba a casa en un ciclomotor por Cassia. Él tenía 22 años, yo 37. Lo tuve cuando tenía quince años. Estábamos muy unidos, nunca hubo problema con él. Estaba estudiando, quería ser dentista, debería haberse ido a Estados Unidos a ampliar sus estudios. Era guitarrista, tocaba en una pequeña banda que también actuaba en el PalaEur. Sólo después de su muerte supe que componía canciones, me dijeron los chicos de su banda.

El recuerdo de aquella tarde.

“Tuve que ir a cenar con Ethan Wayne, el hijo de John, y Francesca Dellera. Estaba rodando una película con ellos y le pregunté a Christian si quería venir conmigo. Me dijo que no: “Voy a jugar con mi amigos; es el primer sábado después del CAR, estoy con ellos.” Luego, la llamada telefónica a las tres de la madrugada:

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Regresé a las tres, luego escuché el teléfono… ding ding y colgaron. No estaba preocupado, pero cuando me desperté por la mañana encontré un mensaje en mi contestador. Fue terrible. Era del hospital: “Lamentablemente su hijo está aquí. Está en la morgue, debería venir a buscar sus cosas”. ¿Pero cómo se deja un mensaje así? En la morgue, antes de acariciarlo por última vez me vendé los ojos. Quería recordarlo, pero en vida.

Después de esa tragedia, El Papa Wojtyla quiso reunirse con ella para darle la comunión: “Fui, me tomó la cabeza, estaba llorando. Me preguntó si creía, le dije que sí. Me miró fijamente con sus ojos azules y me consoló: “No hay palabras, pero sé que él siempre estará”. contigo, recuerda eso”.

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