Montemerano (Grosseto). La Semana Santa de 2024 está marcada por vientos de guerra que se intensifican y se superponen. Dos frentes abiertos cada vez más dramáticos, Ucrania y Oriente Medio, un estancamiento diplomático y la incertidumbre de los países occidentales aumentan la preocupación por una posible escalada militar.
La Accademia del Libro habla de ello con el embajador Maurizio Melani, profesor de relaciones internacionales, en un encuentro titulado “Guerra y paz: en el desorden mundial“, previsto para el sábado 30 de marzo a las 18 horas en la biblioteca de historia del arte de Montemerano.
La reunión
El ataque en Moscú el 15 de marzo, que tanto nos recuerda al Bataclan, fue reivindicado por ISIS, pero Putin lo atribuye a Kiev. ¿Qué consecuencias podría tener sobre el resultado de la guerra? “Ante la derrota sufrida, Putin intenta echarle la culpa a Ucrania, motivando así la ampliación del compromiso militar en el país atacado, intensificando los bombardeos y las acciones sobre el terreno. Esto aumenta el riesgo de que el conflicto se extienda”.declara Melani.
¿Y en qué dirección se moverán los países europeos? “La agresividad de Rusia y las perspectivas de una retirada estadounidense de la defensa de Europa, especialmente si Trump fuera elegido, plantean a la Unión Europea la necesidad de dotarse de su propia capacidad de disuasión y gestión de crisis. – explica Melani –. El reciente Consejo Europeo reiteró esto, pero se detuvo en la cuestión crucial de los recursos y, por lo tanto, de un presupuesto común más sustancial, en una soberanía compartida. Varios países, en particular Alemania, aún no están preparados para dar este paso. Además, está la cuestión de la defensa común, que requiere primero una política exterior común”.
La guerra entre Israel y Hamás Parece que no hay salida... “El actual gobierno de Israel no parece capaz de gestionar la reacción a los horrores del 7 de octubre, para evitar un aislamiento preocupante para su seguridad, a corto y largo plazo. – continúa Melani -. Los países árabes de la región quieren coexistir y colaborar con Israel después de superar un largo rechazo, pero poniendo como condición la adopción de medidas concretas hacia la creación del Estado palestino según el principio de “dos pueblos, dos Estados”. Irán y sus aliados, sin embargo, pretenden romper este proceso. Rusia, que en el pasado reconoció el principio de “dos pueblos, dos Estados”, hoy se muestra alineada con Irán por los intereses comunes en Siria y por su postura común en esta fase de contraste con Occidente”.
En este complejo panorama, el pacifismo parece haber perdido toda fuerza. “Un pacifismo que propugna el desarme unilateral ciertamente no facilita la paz – afirma Melani -. Un esfuerzo destinado a promover el diálogo junto con la disuasión, el respeto al derecho internacional y una reducción de armamentos negociada, equilibrada y controlada sí lo es. Una movilización popular en este sentido puede impactar las acciones de los gobiernos. Pero el mensaje debe ser el correcto”.
