“Los aplausos y los silbidos de algunos niños cuando salió la Madonna Addolorata me dieron vergüenza”, comenzó el alcalde de Trani Amedeo Bottaro en su perfil de Instagram comentando lo que pasó cuando la estatua de Nuestra Señora de los Dolores salió de la iglesia de Santa teresa. “El instinto sería que el año que viene encontraran todos los locales cerrados, pero me doy cuenta de que, aunque sois muchos, no sois todos y que por tanto el problema no es de orden público sino de carácter moral. que realmente habrías perdido si alguna vez tuviste uno”.
Un discurso bastante breve pero que transmite el disgusto de muchos de los que participaron en el evento y fueron testigos de la escena que arruinó la magia de una tradición pascual famosa en todo el mundo. Pues sí, lo que se celebra en Trani ha sido contado varias veces y descrito en libros por periodistas y escritores extranjeros, que quedaron embelesados por la solemnidad con la que se celebró. Sin sonidos de fiesta, sin bandas, silencio absoluto y austeridad. Muy diferente a lo que ocurre en las fiestas del barroco español con la exuberancia y ostentación del oro y la plata.
Esa falta de silencio de esta noche representa el choque de dos mundos diferentes: el de las tradiciones, inalterable y siempre similar a ella misma, y el de la sociedad, en constante cambio y demasiado centrada en el futuro.
viernes 29 marzo 2024
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