El submarino nuclear estadounidense era fácilmente detectable.

El submarino nuclear USS Connecticut, una de las joyas de la flota estadounidense, fue protagonista de un accidente que causó sensación y preocupación internacional en 2021. En octubre de ese año chocó contra un objeto, resultando dañado y con 11 tripulantes heridos. En Connecticut se encuentra un submarino de ataque nuclear clase Sea Wolf, equipado con torpedos y misiles Tomahawk.

Según un estudio reciente, el submarino dejó huellas detectables antes de chocar con un objeto no identificado en el Mar de China Meridional, una zona considerada el patio trasero de China. De modo que las fuerzas navales chinas lo habían detectado bien.

El accidente provocó importantes daños al submarino y heridas leves a la tripulación. Inicialmente, la Marina de los EE. UU. mantuvo confidenciales las causas del accidente, lo que alimentó especulaciones y teorías. El estudio, realizado por expertos independientes, analizó imágenes de satélite y datos de navegación, llegando a la conclusión de que el USS Connecticut habría producido estelas de vapor detectables en la superficie, probablemente debido a una inmersión a una profundidad insuficiente o a un mal funcionamiento de los sistemas de control.

Estas huellas, también visibles desde el espacio, habrían hecho al submarino vulnerable y fácilmente identificable por otros barcos o aviones presentes en la zona. El incidente plantea dudas sobre la seguridad y la capacidad de la Marina estadounidense para operar en aguas en disputa como el Mar de China Meridional, donde las tensiones con China son altas. También abre el camino a varias hipótesis sobre cómo pudo ocurrir el accidente.

China, que reclama soberanía sobre gran parte del Mar de China Meridional, ha expresado constantemente su preocupación por la presencia de barcos y submarinos extranjeros en sus aguas territoriales. El incidente del USS Connecticut brindó una oportunidad para que China criticara la presencia militar estadounidense en la región y reiterara sus reclamos territoriales.

Connecticut mientras regresaba a San Diego después del accidente

La Marina estadounidense ha iniciado una investigación interna para determinar las causas del accidente y evaluar las posibles responsabilidades. El resultado de la investigación podría tener consecuencias importantes para las carreras de los comandantes y tripulaciones involucradas. Además, el incidente podría llevar a repensar las tácticas y los procedimientos operativos de la Marina estadounidense en el Mar de China Meridional.

El USS Connecticut es uno de los submarinos más avanzados de la flota estadounidense y cuenta con tecnologías de vanguardia para la navegación y la guerra submarina. El accidente demostró que incluso los submarinos más sofisticados pueden ser vulnerables en entornos operativos complejos e impredecibles, como los de los mares poco profundos que rodean China.

El asunto del USS Connecticut representa una advertencia para todas las armadas que operan en aguas en disputa. La seguridad y la capacidad de operar discretamente son claves para evitar accidentes y garantizar la estabilidad regional. La transparencia y la cooperación entre armadas pueden ayudar a reducir los riesgos y prevenir futuras escaladas.

Ahora la Armada estadounidense tendrá que tomar medidas para limitar la posibilidad de detección, de lo contrario se magnificará su vulnerabilidad, especialmente en zonas críticas como los mares poco profundos de China. Además, al menos por ahora, sigue siendo un misterio qué golpeó al barco militar estadounidense: una vez detectado ya, ¿no es posible que se tratara de un obstáculo artificial o de un submarino chino?

PREV El juicio del periodista estadounidense Even Gershkovich en Rusia, a puerta cerrada
NEXT Nuestros ojos puestos en Gaza