Pequeñas bombas francesas: Peugeot 205 Turbo 16, sólo existe la apariencia del 205

Pequeñas bombas francesas: Peugeot 205 Turbo 16, sólo existe la apariencia del 205
Pequeñas bombas francesas: Peugeot 205 Turbo 16, sólo existe la apariencia del 205

Proyecto autónomo. Si lo miramos de frente, el 205 Turbo 16 también podría parecer un GTI normal (aunque más grande), pero basta con desplazarse hacia un lado para comprender que el pequeño Peugeot ha pasado por lo mismo. Mutación genética del Renault 5 (el “Maxi”): en efecto, aquí no partimos de un chasis de serie reelaborado y modificado para permitir la instalación del motor en posición central, sino de un proyecto autónomo. El 205 T16 en versión carretera – producido en las 200 unidades estándar necesarias para su homologación – se basa en realidad en una carcasa autoportante de acero estampado y soldado, sobre la que se estructuras tubularesmientras que la carrocería es de fibra de vidrio, a excepción de las puertas, que son de chapa.

Agresivo, pero sobrio. Las versiones utilizadas en el Mundial de Rally se hartarán de victorias, demostrando una superioridad abrumadora y combinando una eficacia tremenda, resultado de un motor muy potente (340 CV en configuración de carrera, aumentados a 430 en la versión Evo 2) y un peso pluma, inferior a una tonelada, con un aspecto que ha hecho historia. Proporciones equilibradas, dimensiones compactas, las grandes tomas de aire laterales situadas detrás de las puertas y los pasos de rueda ensanchados para alojar neumáticos de 15″ 215/55 hacen del T16 de carretera un coche donde exageraciones mecánicas van vestidos con elegancia y sobriedad.

El motor está “torcido”. Sin embargo, basta con encender el motor -un cuatro cilindros en línea de casi 1,8 litros, doble árbol de levas, culata de 16 válvulas y sobrealimentado con un turbocompresor KKK de 0,7 bares- para disfrutar de una potencia de 200 CV a 6.750 rpm, que, gracias a los 1.145 kg de peso, proyecta al T16 de 0 a 100 km/h en sólo 6 segundos, y a una velocidad máxima de 209 km/h. Es curiosa la colocación del motor: en realidad no es longitudinal, sino que está situado en posición transversal detrás del pasajero, y está inclinado 20° hacia atrás, mientras que la caja de cambios y el intercooler se encuentran detrás del conductor. Una solución que determina una distribución de peso no óptima y comportamiento diferente en curvas a derechas respecto a curvas a izquierdas.

Exclusivo, raro, caro. La tracción es total, con tres diferenciales autoblocantes y un reparto del par del 34% al eje delantero y del 66% al trasero, origen del tendencia a sobrevirar de la T16 saliendo de la esquina. En el interior, evidentemente, sólo encontramos dos asientos, muy cuadrados y con el enorme logo del León dominando los respaldos, mientras que el volante de dos radios lleva la inscripción “Turbo 16” en rojo. Por último, el salpicadero es espectacular, extendiéndose horizontalmente hasta el centro del salpicadero con los instrumentos (nivel de combustible, temperatura y presión del aceite, temperatura del agua) con fondo negro y agujas y gráficos de color naranja. Los aproximadamente 200 ejemplares fabricados son todos de color gris oscuro, excepto uno, blanco perla, conservado en el Museo Sochaux: son coches muy raros, especiales, con Precios ahora puros coleccionistas.más de 300.000 euros.

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