rey del pueblo, desairado por (cierta) prensa

rey del pueblo, desairado por (cierta) prensa
rey del pueblo, desairado por (cierta) prensa

Último, datos en mano, es un fenómeno de dimensiones colosales. Adorado por el público de forma transversal (de los 15 a los 70 años gusta a todos, incluidos los VIP, en primera fila de sus conciertos), capaz de concretar tres fechas agotado en el Olímpico de Roma. su album En algún otro lugar fue el más vendido en Italia en mayo, a pesar de que sus canciones no fueron transmitidas en la radio comercial (y su sello Ultimo Records no es mayor). Pero Ultimo es al mismo tiempo rey y marginado. Rey del pueblo y marginado por la élite, por cierta prensa convencional con quien nunca ha tenido una relación pacífica. Y eso, aún hoy, de alguna manera lo subestima, lo desprecia, no le da el crédito adecuado.

Marcado con la letra escarlata, que en su caso coincide con la S de San Remo. Por qué Últimoal siglo Niccolò Moriconiaún paga el precio de aquel famoso Festival de 2019 en el que les espetó a los periodistas en la sala de prensase atrevió a disputar el segundo lugar, detrás Mahmud. Una victoria perdida que, según él, era inmerecida, dado que el público lo había declarado ganador sin lugar a dudas, pero el voto de la prensa lo había devuelto al segundo lugar. “Tienes esta semana para sentirte importante y luego siempre te tienes que ir a la mierda. Sin embargo, estoy feliz de haber participado en el Festival, feliz con el chico Mahmood que ganó… cualquier cosa que yo diga, encontrarás algo que decir.”

Un poco de lo que pasó este año. más aceitosopor así decirlo: ganador absoluto en el voto popular, pero luego quedó segundo detrás del anuncio. Angelina Mango gracias a la sala de prensa. En el caso de Ultimo, sin embargo, el cantante no se quedó callado y subió el tono ante los periodistas. A partir de ese momento, como un estigma grabado en la piel, cierta prensa no lo ha olvidado.

Al escribir Utimo en línea, surgen decenas de resultados sobre su historia de amor con Jacqueline Luna Di Giacomosobre el hecho de que el va a ser papasobre el Pregunta de Heather Parisi (quien no se inmutó ante la noticia de que será abuela: de hecho, limitó los comentarios en sus cuentas sociales). Sólo un resultado en fenómenosobre el hecho de que es realmente “El último rey de Roma.“, heredero de Antonello Venditti, capaz de conmover y conmover a tres generaciones de aficionados. Estos últimos días en la capital no se hablaba de otra cosa: desde el panadero hasta el bar, el concierto de Ultimo estaba en boca de todos. Y su billete en el bolsillo.

Los adolescentes se vuelven locos, las madres se conmueven, los VIP están todos alineados en primera fila, para este sanbasilio de 28 años que escribe y canta sobre emociones y sentimientos simples. Que no hace éxitos de verano, que no colabora con ningún otro artista de moda, por motivos comerciales. Que sólo escribe lo que siente. Lejos del trap, del rap, de ese espectáculo formado por invitados, semanas de la moda, fiestas, apariciones obligadas y bien remuneradas. ¿Quién no documenta su vida privada en las redes sociales (“Demasiados niños pasan diez, doce horas al día viendo vídeos en TikTok. Las redes sociales te anestesian. Te violan el cerebro”), que vive lejos del centro de atención. El último también en esto es el último, reacio a la mundanalidad y a la autopublicidad. Último en el mundo de las redes sociales y vidas mostradas. Y quizás por eso se considera más cierto que otros. Pero también por eso menos presente que otros en la portada y en los medios de comunicación, que no pueden hablar de él más que de su increíble éxito. Pero no lo hacen de buena gana.

“¿Por qué tengo tanto éxito? Tal vez porque soy real. Honesto. Cien por ciento transparente. Porque no escribo canciones para que sean un éxito, sino para sacar lo que hay dentro de mí. Cuando canto, lo creo. Puedes decirme lo que quieras, incluso que te hago cagar, me dijo alguien y le estreché la mano; pero no puedes decirme que no lo creo, que no siento lo que canto. Y creo que la gente entiende cuando algo es verdad. La gente se aferra a mí, a mis palabras. Me abrazan en la calle, lloran”, dijo en entrevista con Aldo Cazzullo.

como vasco a principios de los años 1980, que pagó el precio de ser diferente –en una época en la que casi todos los compositores estaban ocupados y políticamente alineados–, boicoteado por la prensa (a la que también dedicó una canción voy a hacer todo lo posible: “Mejor arriesgarse que volverse como ese tipo, ese tipo que escribe en el periódico…”) así El último paga por no estar a la modamusicalmente hablando, más cercano a la composición visceral que al trap desenfrenado y astuto, y ciertamente reacio a darse el gusto, a ceder ante la lógica comercial, las modas y las conveniencias.

Y así como entonces Vasco, que hablando de sentimientos simples, de la vida cotidiana, común a muchos niños de esa generación, se convirtió en un fenómeno en esos años, Ultimo, 40 años después, ha hecho lo mismo: ninguna política explícita (aunque dice “A mi manera pequeña creo que estoy haciendo política con mis canciones: Del lado del último en sentirse primero es un verso político…”), no hay ataque o controversia al sistema en sus canciones, pero la vida se vive.

Su novia Jacqueline sube al escenario sin maquillaje, con el pelo recogido, con camiseta, pantalón y zapatillas (también muy diferente a las novias/compañeras de muchos artistas de Ultimo de su misma edad) y el público se vuelve loco. a ellos.

El último es realmente el último en aparecer en la portada. el último en emitirse en las radios más comerciales. Pero el Primero en el corazón del público. y llenar los estadios. Y esto es un hecho.

PREV Tony congela a su novia así. [VIDEO]
NEXT Kate Middleton, últimas noticias. Preparándonos para el próximo lanzamiento: “Máxima flexibilidad”