El Inter se ocupa del caso Calhanoglu. Más allá de los clásicos desmentidos superficiales, el agente del centrocampista turco Gordon Stipic lleva días coqueteando con el Bayern de Múnich. Una jugada que pilló desprevenido al club nerazzurri, que consideraba y sigue considerando al director intransferible. Los bávaros garantizarían al metrónomo nerazzurri un contrato de cuatro años por valor de 8 millones netos por temporada más bonificaciones. En Milán Calha gana 6 y su contrato expira en tres años. Por eso los representantes del ex Milan han hecho saber a Marotta y Ausilio que esperan que se mantenga la prórroga (con relativo ajuste salarial) hasta 2028, un escenario que de momento en Viale della Liberazione no parecen dispuestos a contemplar. Por otro lado, la súper renovación concedida al capitán Lautaro (contrato por cinco años de 9 millones netos al año más bonus) ha abierto el apetito del clan Calha.
El Inter dice que el turco vale al menos entre 60 y 70 millones. Ayer por la tarde, el propio número 20 nerazzurri quiso aclarar su futuro a través de sus redes sociales: «Estoy muy feliz en el Inter. La relación que comparto con el club y nuestros increíbles aficionados es realmente especial. Estoy feliz de poder ganar aún más trofeos con el Inter en el futuro”.
Siguiendo con el tema de los centrocampistas: tras la lesión de Douglas Luiz (visita médica el jueves), la Juve también quiere hacerse con Khephren Thuram. El francés ha decidido no renovar con el Niza (expira en 2025). Un movimiento que, inevitablemente, está provocando que el precio baje. Tanto es así que Giuntoli intenta ficharle por apenas 15 millones más bonus. Para el hermano del número 9 del Inter está listo un contrato hasta 2029. El Milan también mira a la Ligue1 para el centrocampista: la primera opción sigue siendo Fofana del Mónaco, para quien hay competencia de un par de clubes ingleses a batir. En cuanto al puesto de lateral derecho, el Diablo sigue presionando por Emerson Royal del Tottenham.
Finalmente, ayer hubo humo gris entre Aurelio De Laurentiis y el agente de Giovanni Di Lorenzo (Mario Giuffredi): una cumbre que duró más de 4 horas no fue suficiente para cambiar la opinión del lateral sobre dejar el Napoli para ir a la Juve.
