“Skriniar me había invitado a Düsseldorf para el Eslovaquia-Ucrania, pero si los azzurri llaman…”. La historia es de Andrea Discannibarbero que voló a Alemania para garantizar su servicio a los clientes azzurros (y nerazzurri): “Frattesi nunca se corta el pelo el día antes del partido: al menos dos, pero incluso tres o cuatro días antes – dice a Repubblica -. Marcos en cambio siempre quiere retocarlos el día antes de jugar, es de los más cuidadosos: tiene que rehacer el color a menudo, los quiere prácticamente blancos, con un destello dibujado en la nuca. El Shaarawy también corta dos veces por semana. Barella no los cortó por pereza durante meses, y a Çalhanoglu, que lo criticó, le prometió: si ganamos el scudetto me los cortarás. Pero al final los corté. Ayer también le dije que ya era hora de acortarlo, pero dice que se ve bien así, con el mechón sobre los ojos. Casi todo el mundo tiene supersticiones relacionadas con su cabello, pero son confidenciales.”
Ahora casi todos los aficionados del Inter cuentan con sus tijeras: “Me presentó al vestuario Pinamonti y así empecé a cuidar el pelo de otras personas: Skriniar, Cancelo… El único entrenador que me dejó fuera fue Conte, no quería a nadie en Pinetina”.
