La Fiscalía de Vicenza ha movilizado a las fuerzas especiales de los Carabinieri, incluidos los expertos de ROS y RIS, para encontrar a los responsables del robo ocurrido en la residencia de Roberto Baggio en Altavilla Vicentina. Los atracadores, vestidos de negro, con pasamontañas y guantes para no dejar huellas, entraron en la casa del ex número 10 de la selección italiana, situada en las colinas de Vicenza. Los investigadores, informa Il Giornale, sospechan que detrás de la acción está una banda de profesionales, quizás apoyados por un informante interno que conocía bien la masía y las costumbres de la familia Baggio. Podría tratarse de alguien que ha estado trabajando en la casa, sabiendo que el sistema de seguridad sólo se activa cuando la familia se va a dormir. Un verdadero topo.
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Roberto Baggio, en una larga declaración, dijo que temía por su familia y trató de protegerla. En un intento de defenderse, golpeó a uno de los ladrones, luego sufrió un golpe en la cabeza con la culata de un arma que lo dejó sangrando en el suelo. En la casa estaban con él su esposa Andreina, sus hijos Leonardo y Mattia, la novia de uno de sus hijos y su suegra. Los atracadores los encerraron en una habitación durante 40 minutos mientras robaban oro, joyas y relojes de lujo, incluidos algunos Rolex. Los ladrones buscaban una caja fuerte, que sin embargo no existe en la casa de Baggio. En su lugar, encontraron un armario blindado que contenía los rifles de caza del campeón, que fueron abandonados en el lugar junto con los trofeos, incluido el Balón de Oro, guardados en estuches a prueba de balas. A los atacantes sólo les interesaba el dinero y los objetos de valor, dejando todo lo demás atrás.
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Tras el robo, los ladrones huyeron con ayuda de cómplices en el exterior, que los esperaban con vehículos de fuga. No se puede descartar que utilizaran coches limpios para evitar los controles cercanos. Según las hipótesis iniciales, continúa el periódico, podrían tratarse de antiguos mercenarios de Europa del Este.
