Diástasis abdominal, ¿un problema con solución? Sí, con la ayuda de profesionales de la industria.

Diástasis abdominal, ¿un problema con solución? Sí, con la ayuda de profesionales de la industria.
Diástasis abdominal, ¿un problema con solución? Sí, con la ayuda de profesionales de la industria.

“Una separación patológica de la musculatura rectoabdominal central en la línea media, caracterizada por una relajación excesiva de la pared abdominal.”. Ésta es, en la jerga, la definición de distasis abdominal, una patología que afecta aproximadamente a la 30% de las mujeres en posparto, así como un alto porcentaje de sujetos post-bariátricos, pero aún hoy se habla poco de ello. Hablamos de los factores de riesgo, por qué se desarrolla esta patología y cómo la cirugía plástica puede solucionar el problema con el Dr. Gennaro D’Orsi, especialista en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética y con numerosas experiencias profesionales adquiridas en el campo Reino Unido, Estados Unidos y Holanda. .

¿Qué es y cuáles son las causas?

“A nivel anatómico, la diástasis abdominal se caracteriza por una separación de los dos músculos longitudinales del abdomen, derecho e izquierdo, que se extienden desde la porción inferior del esternón hasta el hueso púbico”, explica el Dr. D’Orsi. Esta musculatura, aunque suele ser muy resistente, es poco elástica y, debido a acontecimientos como el embarazo, tiende a expandirse y adelgazarse, teniendo luego dificultades para volver a sus condiciones normales, salvo mediante una intervención quirúrgica. Antes de esta operación, sin embargo, es necesario evaluar la gravedad del problema, por lo que se ha definido una escala de gravedad de la patología, en función de la mayor o menor separación de los dos músculos rectos-abdominales. Hablamos de diástasis leve, cuando la distancia entre ambos músculos es inferior a tres centímetros; de grado moderado, cuando la separación sea de entre tres y cinco centímetros; grave cuando, sin embargo, hay un espacio superior a cinco centímetros entre los dos músculos abdominales.

Pero ¿por qué entonces es necesario actuar con prontitud sobre el problema? “Esta separación muscular de la pared abdominal – continúa el especialista – provoca tanto molestias estéticas, debidas a una excesiva hinchazón abdominal concentrada, en particular, en los cuadrantes inferiores del abdomen, como trastornos funcionales, como molestias digestivas, dolores abdominales y lumbares. “. Esta patología afecta en mayor medida a las mujeres, quienes sufren sus efectos ya durante el embarazo (del 30 al 50%) y, posteriormente, la afección persiste incluso en el posparto. Los factores de riesgo relacionados con el desarrollo de diástasis abdominal, en este caso, están relacionados con la edad de la mujer embarazada (a partir de 35 años el embarazo siempre debe controlarse más cuidadosamente), el tipo de embarazo (si son gemelos, la probabilidad de desarrollar diástasis aumenta significativamente), el peso del feto y la presencia de gestaciones previas que puedan haber debilitado la pared abdominal. Sin embargo, además del estado de embarazo, la patología también puede presentarse en los llamados pacientes posbariátricos, es decir, todos aquellos sujetos, hombres o mujeres, que han sufrido una pérdida de peso significativa, ya sea de forma espontánea o mediante cirugía bariátrica.

Evaluación y diagnóstico

“La diástasis abdominal se debe al estiramiento de la pared abdominal que, en el caso de una mujer embarazada, se debe al crecimiento del útero, así como a la nueva estructura hormonal. Estos factores combinados favorecen el estiramiento de los músculos rectos abdominales y un adelgazamiento simultáneo de los tejidos conectivos que conducen a la separación de los dos músculos rectos”, señala D’Orsi.

“Normalmente – prosigue el cirujano – la separación se resuelve por sí sola aproximadamente a los seis meses del parto, pero si esta condición persiste y la mujer nota plenitud posprandial e hinchazón en la zona abdominal, es necesario comprobar la presencia del diástasis”.

Para evaluar correctamente la diástasis abdominal es necesaria una visita al especialista que, además de la visita clínica, incluye pruebas instrumentales como una ecografía de las paredes abdominales o una tomografía computarizada. Clínicamente, el signo obvio de la presencia de la patología es una protuberancia a lo largo de la línea central del abdomen que se extiende desde la apófisis xifoides esternal hasta el pubis, tanto por encima como por debajo del ombligo. Si no se trata a tiempo, además del problema estético, existen diversas posibles complicaciones por la subestimación de la diástasis, como el desarrollo de hernias, especialmente a nivel umbilical o epigástrico, que derivan en problemas cada vez más complejos.

Sólo una solución

“Hasta la fecha, el único tratamiento útil y eficaz contra la diástasis es la cirugía”, explica el Dr. D’Orsi. “En el quirófano, los dos músculos se acercan y se suturan en el nivel de la línea media del abdomen, poniendo así toda la pared abdominal nuevamente en tensión. Sin embargo, a menudo, tanto en mujeres como en sujetos anteriormente obesos, hay un exceso considerable de piel concentrado en los cuadrantes abdominales inferiores. Por ello, además de la corrección de la diástasis, también se asocia la cirugía estética de la abdominoplastia o lipoabdominoplastia. Realizadas en una misma sesión por cirujanos expertos, estas operaciones eliminan el exceso de piel y grasa del abdomen, aspirando también el tejido adiposo de las caderas y tensando la cintura. Son fundamentales el correcto reconocimiento de la diástasis y la evaluación preoperatoria general del paciente, que será sometido a análisis de sangre e instrumentales preoperatorios para realizar el procedimiento con la máxima seguridad. “Confiando en expertos y especialistas del sector, cirujanos plásticos que saben bien cómo actuar para devolver el abdomen a su estado inicial y al mismo tiempo mejorar algunas imperfecciones, la única recomendación para quienes se someten a este tipo de operaciones es el uso de una banda elástica de compresión. durante al menos un mes”, concluye el médico.

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