Ganó Elly, un liderazgo feminista que reabre el juego

Ganamos. Ganaron el centro izquierda y el Partido Demócrata liderado por Elly Schlein. Ganó en las elecciones europeas porque, a pesar del desequilibrio inicial, recuperamos votos numéricamente significativos, a diferencia del partido del Primer Ministro, que perdió a pesar de permanecer en la cima. Elly ganó y las mujeres que estaban con ella ganaron tal como habíamos predicho o más bien como debería ser. Porque la famosa diferencia entre liderazgo femenino y feminista está toda ahí, en reivindicar la importancia de estar ahí con el propio cuerpo e incluso con las propias terminaciones.

Frente a una Primera Ministra que dice ser presidenta, que testimonia con sus palabras y acciones que está bien ser mujer, cristiana y madre, pero hay que estar ahí para estar entre los elegidos, para poder aprovechar de esos privilegios que no se conceden a todos, poder permitirse la separación de la pareja, un sistema de bienestar privado como todo el sistema de salud pública que está impulsando Meloni, hay uno que dice que los techos de cristal se rompen entre sí, con la fuerza de las mujeres que Se puede ser de todo, mujeres pero también trans, mujeres pero también no madres biológicas, mujeres pero también musulmanas, budistas, ateas, agnósticas y sobre todo feministas. Es decir, creer que toda la sociedad se beneficia de la fuerza de un relato colectivo que deconstruye estereotipos.

Y con Elly al frente, las mujeres consiguen resultados extraordinarios, en términos de preferencias en las elecciones europeas (¿recuerdan el dicho de que su candidatura quitaría espacio a las mujeres? Falso) y también entre concejales hasta alcaldes y presidentes municipales. En Bari, una excelente alcaldesa gana por primera vez junto a un equipo exclusivamente femenino de presidentas municipales, 8 mujeres. Como todas las ciudades que tendrán alcalde por primera vez, de Florencia a Prato, de Perugia a Campobasso, de Bérgamo a Avellino.

Seamos claros, es solo el comienzo, todos los problemas y batallas quedan para obtener derechos que cada vez son más negados, a las mujeres y no solo, porque así nos enseña la historia de nuestras luchas, partimos de nosotras mismas pero siempre es de todas y todos. .

Por eso Giorgia Meloni está en crisis, por los nombramientos europeos y por no haber dicho todavía nada sobre las investigaciones sobre su partido y los ataques racistas y antisemitas que lo atraviesan, porque su historia de mujer privilegiada al frente de un partido que debe cubrirse y esconderse para seguir pareciendo creíble en las mesas con los grandes del mundo no resiste. Porque si recortas trivialmente la salud pública y piensas que una bonificación única por los hijos que tienen es suficiente para las mujeres, simplemente estás fuera de contacto con el mundo y la historia y tarde o temprano la gente se dará cuenta de ello.

Ganamos en este terreno más que en el puramente electoral y debemos trabajar en ello en los próximos meses, porque, como siempre he dicho y diré siempre, el poder del secretario es un valor en sí mismo, pero junto a él también Hay que dar ahora voz y piernas a un partido que cada vez se convierte más en un juego abierto, para las mujeres y para el conjunto de la sociedad. Sólo podemos mejorar. Adelante.

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