¿Cuál es el punto unificador entre la actriz que interpreta y la actuación de la actriz en Eleonora Duse? Una cuestión que siempre ha estado en el centro de reflexiones y modelos dialécticos sobre la cultura del teatro y sobre la visión entre herencia teatral y raíces puramente literarias.
Eleonora Duse, no hay que olvidarlo, es también la Gaspara Stampa de un Renacimiento que es una revolución de lenguas y no sólo de costumbres. Me he preguntado varias veces, especialmente después de leer los ensayos de Maria Pia Pagani, ¿cuánto de la innovación de Goldoni, claramente posrenacentista, hay en Eleonora Duse que lleva a Francesca da Rimini al teatro?
No debemos pasar por alto que estamos en un contexto en el que D’Annunzio ya había publicado “El fuego” y las controversias externas aún no habían amainado. Si podemos hablar de polémica.
Es precisamente aquí donde Duse da testimonio de su grandeza como mujer que vive el teatro como vida. Y la vida como significado trágico recitado en el escenario que se transforma en foco de atención. Entre el fuego y la noche, vivida en la vida y en la metáfora, Eleonora es la protagonista fundadora no del escenario teatral, sino de la vida de D’Annunzio.
Sí, podríamos dar una lectura “impactante” del testimonio de D’Annunzio sobre Eleonora en “El Fuego”. Sin embargo, creo que es precisamente gracias a la presencia de Eleonora que la novela que abre el siglo XX tiene un poder poético absoluto y sigue siendo el texto de D’Annunzio que reúne el contar, el narrar y lo poético. No olvidemos un hecho. Es decir, el verdadero lirismo se consolida precisamente en el “Fuoco” y continúa con el “Notturno” donde la presencia de Ghisola es fundamental. ¿Ghisola o Foscarina?
Pero entre ambos períodos nace la halciónica “Lluvia en el Pineto” con la ligera lluvia sobre las manos desnudas de lo Divino. En 1904 terminó su relación de diez años. Para los dos esto nunca terminará. Eleonora Duse fue fundamental en la vida y obra de D’Annunzio. El poeta fue central en la vida y escena de Divina a partir de su lectura de “El Inocente”.
Eleonora cambió el registro de su actuación tras leer y releer “El triunfo de la muerte”. Lo onírico melancólico se convirtió en lo trágico irónico. Gabriele entendió con ella la escena teatral y el recitado poético se convirtió en un tallado de miradas entre los personajes. Una discusión abierta. También estamos aquí para profundizar y releer todo Dusiano y el dusismo entre experiencias, investigaciones y relecturas.
