“Poner un límite a la presencia de niños extranjeros en nuestras clases escolares es la última salida desafortunada del Viceprimer Ministro de este Gobierno intolerante. Matteo Salvini, además de desconocer nuestra Constitución, no tiene idea de lo que significa la integración y el derecho a la educación. Como si estuviera proponiendo que las urgencias atiendan a un porcentaje máximo de extranjeros. Y no es de extrañar que por cada propuesta estrafalaria que proviene de representantes de este Gobierno, el Presidente de la República deba intervenir para corregir palabras libres, como las expresadas contra la escuela Pioltello, que recibió elogios de Colle. Podemos comprender el clima electoral de las próximas elecciones europeas y también las dificultades de Salvini dentro de su partido, pero ya no se pueden tolerar lenguajes ni propuestas que estén fuera de cualquier principio democrático. Necesitamos abordar diferentes culturas, especialmente en el ámbito escolar, para criar a nuestros hijos en una dimensión multicultural, donde sea posible aumentar la conciencia crítica y luchar contra las desigualdades, un espacio para la democracia y el crecimiento personal. Salvini y su gobierno harían bien en centrarse en las nuevas formas de pobreza, en reconocer los derechos de las minorías y, sobre todo, en pensar antes de hablar”.
Tiziana Biolghini, Concejala de Igualdad de Oportunidades de la Ciudad Metropolitana de Roma
