La extracción de petróleo y gas se cuadruplicará: así están hundiendo las multinacionales el acuerdo climático de París

La industria fósil pretende explotar 64 nuevos yacimientos de aquí a 2030, será imposible mantener el calentamiento global dentro del umbral de 1,5°C

ROMA – Al final de esta década no sólo continuará el consumo de combustibles fósiles, sino que Multinacionales de petróleo y gas natural cuadriplicarán actividades de extracción, rompiendo el objetivo de mantener el calentamiento global dentro del umbral de 1,5°C, como se establece en el Acuerdo Climático de París. La ONG Global Energy Monitor (Gem), con sede en California, denuncia esta dinámica.

Los investigadores desarrollaron su predicción no sólo observando las tendencias de producción actuales, sino también nuevos proyectos mineros. De hecho, varios gobiernos de todo el mundo han dado luz verde a la explotación de nuevos yacimientos de petróleo y gas natural, veinte de los cuales se realizarán sólo en 2023. La industria fósil pretende explotar 64 nuevos yacimientos de aquí a 2030, cuyo valor ascenderá a unos 31.000 millones de barriles.

El informe Gem, citando datos de la Administración de Información Energética (EIA) de Estados Unidos, señala que este último país lidera esta política: sólo en los últimos seis años Estados Unidos ha producido una cantidad récord de petróleo crudo, nunca antes registrada por cualquier otra nación. En 2023, la producción alcanzó los 12,9 millones de barriles por día. “Juntos – escribe la EIA – El año pasado Estados Unidos, Rusia y Arabia Saudita representaron el 40% de la producción mundial de crudo.“, equivalente a 32,8 millones de barriles por día.

Una dinámica “muy decepcionante”, como declaró Scott Zimmerman, director del proyecto Gem: “A pesar de las constantes y claras advertencias de que ningún nuevo yacimiento de petróleo y gas es compatible con 1,5°C, la industria continúa descubriendo y aprobando nuevos proyectos”. Según Zimmerman, el comportamiento de los gobiernos y las multinacionales fósiles demuestra “una falta de compromiso con los objetivos climáticos”.