Terni. Camarero detenido, dosis de cocaína en los tarros de patatas fritas

TERNI Un trozo de cocaína de cincuenta y un gramos en un frasco…

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TERNI Un trozo de cocaína de cincuenta y un gramos en un frasco de metal, escondido debajo de las virutas. Y más de diez dosis listas para ser distribuidas que el dueño del bar no lejos del estadio Liberati intentó tirar a la basura, recuperadas por los agentes de la brigada volante. La mujer de Terni, de 59 años, con varios antecedentes penales específicos, fue detenida por posesión con fines de tráfico. Un cliente detenido por la policía con la dosis que acaba de comprar dirá que le ha comprado unas treinta dosis de cocaína en el último año. Ayer por la mañana, el hombre de 59 años compareció ante la jueza Ersilia Agnello, asistido por el abogado Alessio Pressi. Tras la validación, el juez ordenó arresto domiciliario, subrayando la “inserción radical de la detenida en el mercado de la droga”. Un marco que para el juez no permite medidas alternativas a la prisión preventiva. El miércoles por la tarde se produjo otra redada en el bar, cerrado varias veces por el comisario Bruno Failla por motivos de orden público y en la que se encontró cocaína escondida bajo el mostrador. Los investigadores antidrogas están apostados a poca distancia del bar porque, por enésima vez, alguien ha informado de que la gente no va allí sólo a tomar un café. Un cliente entra, se detiene un momento en el restaurante y luego vuelve a subir a su coche y se marcha. Lo detienen a unos cientos de metros del bar. En el bolsillo lleva una dosis de cocaína que, según dice, acaba de comprar en el interior del club pagando cincuenta euros. Además de denunciar como arrendatario, se realizan las investigaciones pertinentes. Él será quien les diga a los investigadores del escuadrón volador que conoció a la mujer, que luego fue arrestada, hace aproximadamente un año. Y que le he comprado una treintena de dosis a lo largo del tiempo, siempre a un coste de 50 euros cada una. En ese momento la policía decide allanar el bar en busca de confirmación. Cuando la dueña los ve, intenta tirar a un contenedor una docena de dosis de coca ya preparadas, que luego recuperó. Inmediatamente después del allanamiento del local en busca de más droga. El trozo de cocaína de 50 gramos está escondido en un lugar difícil de encontrar. Es un frasco que contiene patatas fritas. De hecho los hay, pero sirven para ocultar los medicamentos que aún deben procesarse para preparar las dosis individuales. En el bolso de la mujer, que en marzo de 2021 fue detenida tras la incautación de 50 gramos de cocaína escondidos bajo el mostrador, los investigadores incautaron una hoja de dinero. El registro domiciliario resultó negativo. Durante la noche fue detenida por posesión con fines de tráfico. En noviembre, el comisario de policía cerró el bar por tercera vez después de peleas, agresiones y tráfico de drogas. Una de las medidas se desencadenó tras la recuperación de dieciocho envoltorios de cocaína en una bolsa escondida bajo la barra del bar y la detención del propietario.

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