El 1 de mayo nos manifestamos con razón contra fenómenos como la precariedad, la explotación, los salarios de hambre, la brecha de género… pero nadie se dio cuenta de que en marzo habíamos alcanzado el Récord de empleo italiano en 62%, una “compensación” para los economistas que se centraron en el derecho al trabajo como Caffè, pero en cualquier caso un poco de optimismo (independientemente del color del gobierno de turno) es bueno para Italia, que se ahoga en múltiples y graves problemas estructurales históricos que parece irresoluble. Una gota en el océano que poco a poco desgasta la roca de la ineficiencia y la inercia italianas.
Observación 1:
Nos faltan entre 3 y 4 millones de puestos de trabajo para alcanzar la media europea, casi todos ellos en el Sur. La lucha contra el trabajo ilegal debe ser más incisiva. En muchos casos, se trata de relaciones que pueden regularizarse y que escapan a los impuestos y al INPS debido a una subcultura extendida en muchas zonas. Por lo demás, se trata de apoyar el empleo femenino y juvenil, entre otras cosas combatiendo la cultura del ocio en la universidad. Basta ya de estos eternos estudiantes. […]
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