TRAS EL DESALOJO VIVEN EN EL COCHE ENTRE LA INDIFERENCIA GENERAL

TRAS EL DESALOJO VIVEN EN EL COCHE ENTRE LA INDIFERENCIA GENERAL
TRAS EL DESALOJO VIVEN EN EL COCHE ENTRE LA INDIFERENCIA GENERAL

****

Los procedimientos de ejecución y la falta de apoyo institucional dejan a una pareja de ancianos sin hogar. Una pareja de 73 años de Pieve di Livinallongo se ve obligada a vivir en un coche con sus animales tras perder su casa por una deuda de 3.900 euros. Las instituciones no ofrecen ayuda.El drama de los cónyuges abandonados por las autoridades locales y los servicios sociales. Un cortocircuito social y jurídico que socava la confianza de los ciudadanos en las instituciones encargadas también de ayudar a las categorías más débiles.

LIVINALONGO Tras un procedimiento de ejecución, dos ciudadanos fueron desalojados de sus viviendas. Viven en coches, en el silencio y la inmovilidad de instituciones y asociaciones. Un matrimonio de edad avanzada (73 años cada uno y una esposa con problemas psiquiátricos), perdió su vivienda debido a una deuda inicial de 3.900 euros que desencadenó un procedimiento de ejecución sobre su única vivienda. Desde el 19 de junio se cambió la cerradura de su domicilio del que fueron sacados y actualmente viven en el coche con sus animales (1 perro, 2 gatos y canarios). A pesar de los recordatorios y los informes, las instituciones no pudieron encontrar un lugar para acogerlos temporalmente y no pudieron brindarles ningún tipo de ayuda. En el origen del delicado y ya concluido proceso procesal se encuentra un recurso presentado por una empresa que en 2018 había realizado obras de construcción en la casa de los dos pensionistas. Trabajo que, según los dos ancianos, no se había realizado de forma profesional: de hecho, la factura sólo se pagó parcialmente a la empresa que lo ejecutó. Desde entonces se ha iniciado un proceso de recuperación de una deuda de unos 3.900 euros que, año tras año, ha llevado a poner en venta la casa, la única propiedad en propiedad. A este procedimiento se sumaron luego otros deudores, con las consecuencias conocidas. La principal culpa de los dos ancianos es la de haber acudido a un apoyo jurídico una vez finalizado el trámite. Los dos ancianos reciben una pensión social mínima, pero no suficiente para pagar un contrato de alquiler y el correspondiente depósito de garantía necesario para garantizar su estabilidad. Los ahorros que deberán devolverse a la pareja tras el procedimiento de ejecución siguen congelados por el Tribunal de Belluno: a pesar de las solicitudes urgentes presentadas por el Bufete de abogados Dotta & Partners de Agordo que patrocina a los dos ancianos, hasta la fecha se ha concedido una prórroga a la liberación del inmueble que expiró el 19 de junio, dejando efectivamente a los dos ancianos en la calle y sin fondos suficientes para costearse un alojamiento. Dado que el juzgado no autorizó el pago de una fianza sobre el crédito del procedimiento de ejecución a favor de la persona mayor, para hacer frente a la delicada situación, el pasado miércoles se oficializó el desalojo sacando a la familia de su vivienda. Las búsquedas realizadas por la pareja y los trabajadores sociales durante el último mes para encontrar alojamiento de emergencia no han dado los resultados deseados. Mientras tanto, se han activado los órganos sociales encargados de asistir a los dos ancianos, sin que durante el último mes haya habido ninguna solución alternativa válida a la delicada y precaria situación de vida de los cónyuges. La pareja necesita urgentemente una casa y un administrador de apoyo que pueda ocuparse del procedimiento de ejecución para poder utilizar las sumas que se les deben para las necesidades diarias, para poder permitirse el alojamiento y cubrir las necesidades de la vida. Las solicitudes de intervención dirigidas a la anterior administración del municipio de Livinallongo del Col di Lana, al párroco y a los servicios sociales que no han encontrado una estructura que pueda acogerlos, fueron inútiles. Ahora deambulan en coche en busca de una solución temporal de pago, pero no pueden soportar los costes necesarios a diario, especialmente en una época inflada como el verano. Una hipótesis en materia de alojamiento había surgido con la cesión de una casa de la Cruz Roja mediante un concurso público convocado por el Ayuntamiento de Gosaldo en el que había participado la pareja. Sin embargo, la propiedad se encuentra en estado de abandono, carece de los sistemas esenciales y requiere importantes renovaciones para hacerla habitable: la pareja ciertamente no puede asumir tales intervenciones. A pesar de las peticiones de su abogado de negociar un acuerdo económico a medio plazo para renovar el inmueble, la casa fue asignada por el Ayuntamiento a los siguientes ganadores del ranking, sin abordar la delicada situación de los dos ancianos. La situación, ahora conocida tanto por las instituciones como por los servicios sociales del barrio de Caprile, sigue sin resolverse. La pareja necesita ayuda, una casa a precio subvencionado mientras espera el nombramiento del administrador de manutención y la liberación de las sumas adeudadas.

___

PREV El canto de los pájaros – Old Faithful :: Reseñas de OndaRock
NEXT Vaya historia el nuevo cover de Eddie Vedder de ‘Save It For Later’