Fue decisiva la intervención de dos agentes de la Policía Local dedicados ayer por la mañana a los servicios de control territorial. Momentos de gran miedo y tensión poco antes del mediodía en Latina, en vía Sezze, a poca distancia de la Curia Episcopal, por una niña de dos años que, sin querer, quedó encerrada en el interior de un coche con cierre centralizado. Todo sucedió en unos instantes cuando la pequeña había sido colocada en el habitáculo por sus padres y por error la pequeña presionó un botón de la llave contenida en el bolso de su madre, reposando solo un momento en el asiento, al mismo momento en que se había cerrado la puerta del coche.
La temperatura era de 34 grados y la pequeña empezó a sudar. Para el padre y la madre, ambos latinos, comenzó una pesadilla. Intentaron mantener la calma y resolver la situación rápidamente aunque no fue fácil y con una camiseta intentaban hacerle sombra a la pequeña. También llevaban dos móviles en el bolso que había en el interior del vehículo pero ya habían alertado a los servicios de emergencia. Afortunadamente la pesadilla acabó inmediatamente después cuando en ese momento pasaba una patrulla de la Policía Local, también se había avisado a los Bomberos pero no fue necesaria su intervención. Un oficial rompió el vidrio, se abrió la puerta y los padres abrazaron nuevamente a la pequeña quien afortunadamente se encontraba bien. La historia terminó con un final feliz.
