Florencia, redada contra transexuales en Cascine: algunos menores extranjeros denunciados

“Vivimos en un clima de terror”. Los transexuales que cada tarde y cada noche se apostan en Viale delle Cascine tienen miedo. Muchos de ellos afirmaron que, en las últimas semanas, se han multiplicado los casos de violencia sufrida por algunos menores extranjeros del Magreb, algunos de los cuales probablemente se encuentran alojados en un centro de acogida en Novoli.

Algunos llegan a pie, otros en bicicleta: ejercen violencia tanto con fines de robo como de abuso sexual. Y ahora los transexuales tienen miedo. Lamentablemente, no se trata de episodios aislados, sino de acontecimientos que se han repetido con cierta frecuencia en el último período. Por eso ya se han presentado cuatro denuncias ante la policía, procedentes de cuatro personas diferentes.

El último episodio se produjo el martes por la noche, cuando se produjeron momentos de tensión y la policía intervino en el lugar. Para ayudar a los transexuales colaboran los trabajadores de la unidad de calle de una histórica cooperativa social florentina, que ayudó a las víctimas de la violencia a denunciar. Y siempre en los últimos días, por Viale delle Cascine, han aparecido también otros chicos, siempre adolescentes, pero probablemente no menores no acompañados, que llegaban para molestar a los transexuales a bordo de sus scooters. Una situación muy crítica, que una vez más pone el foco en el parque de Cascine, una zona que ha sido victimizada en varios lugares.

En cuanto a los menores no acompañados, no es la primera vez que se producen situaciones ilegales por parte de menores inmigrantes sin padres.
En la ciudad hay más de 500 menores no acompañados. Se trata de niños (todos varones) que llegan de entornos pobres y sin madre ni padre, huyendo de sus países precisamente para dar esperanza a su familia. Llegan aquí en condiciones de extrema vulnerabilidad y algunos de ellos terminan en la trampa de la ilegalidad. De los 521 menores no acompañados presentes en el centro de las ciudades en febrero, 85 eran culpables de delitos o de uso o consumo de sustancias estupefacientes.

En cambio, 68 cometieron actos violentos, especialmente dentro de las estructuras y a veces incluso contra los trabajadores sociales que trabajan dentro de ellas. Entre los últimos casos denunciados se encuentra el incendio provocado por unos jóvenes magrebíes en el centro de acogida de Via di Novoli, gestionado por la asociación Koros.

Las habitaciones de los menores fueron invadidas por el humo del incendio, los bomberos llegaron al lugar y el centro de acogida fue evacuado. Al parecer, el incendio se debió a una discusión con un educador. Esa noche, los bomberos intervinieron y luego normalizaron la situación apagando las llamas: afortunadamente, nadie resultó herido. Caos en los últimos meses también en el centro extraordinario de acogida (CAS) para menores extranjeros no acompañados de via Villamagna. Un joven se enfureció, descargó su ira contra los bienes de la propiedad y amenazó a los propietarios.

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