“La reducción de la drogadicción no se consigue liberalizando su consumo, esto es una fantasía, como se ha propuesto, o ya se ha implementado, en algunos países”. Lo subrayó el Papa durante la audiencia general en la Plaza de San Pedro. “Después de haber conocido muchas historias trágicas de drogadictos y de sus familias, estoy convencido de que es moralmente necesario poner fin a la producción y al tráfico de estas sustancias peligrosas. ¡Cuántos traficantes de muerte hay, impulsados por la lógica del poder y dinero a cualquier precio”, señala. “Esta plaga, que produce violencia y siembra sufrimiento y muerte, exige un acto de valentía por parte de toda la sociedad”, es el llamamiento del pontífice.
“Los matrimonios mixtos no son una oportunidad para convertir al cónyuge”
“Todo creyente debe sentirse libre de proponer – ¡nunca imponer! – la propia religión a otras personas, creyentes o no. Se excluye cualquier forma de proselitismo, entendido como presión o amenaza; deberá rechazar cualquier tipo de favor económico o laboral; no debe aprovecharse de la ignorancia de la gente”, subrayó el Papa al reunirse con una delegación de musulmanes residentes en Bolonia. “Además, los matrimonios entre personas de diferentes religiones no deben ser una oportunidad para convertir al cónyuge a su propia religión. Queridos amigos, espero que donde vivís podáis mantener buenas relaciones con la Iglesia católica: con el obispo, con el clero y con los fieles, en el respeto mutuo y la amistad”, dijo Bergoglio.
