Casi se produce un accidente ‘diplomático’ entre Siracusa y Venecia por el cuerpo de Santa Lucía

Casi se produce un accidente ‘diplomático’ entre Siracusa y Venecia por el cuerpo de Santa Lucía
Casi se produce un accidente ‘diplomático’ entre Siracusa y Venecia por el cuerpo de Santa Lucía

Existía el riesgo de un incidente diplomático con el Patriarcado de Venecia. Y en cierto momento también hubo quienes empezaron a temer por la misma visita en diciembre del cuerpo de Santa Lucía. Desde principios de los años 2000 existe un acuerdo sobre el eje Siracusa-Venecia que prevé, cada diez años, un traslado temporal de los restos mortales de la patrona desde la iglesia veneciana que la alberga hasta su ciudad natal. 2024 es el año de la tercera visita histórica.
Pero una moción aprobada recientemente por el Ayuntamiento de Siracusa de un solo golpe generó vergüenza, preocupó al Patriarcado de Venecia y puso en dificultades a la Arquidiócesis de Siracusa. Hasta el punto de que la propia Iglesia de Siracusa tuvo que tomar posición, estos últimos días, con una nota que revela toda la irritación por un movimiento que alguien en el edificio contiguo a la Catedral de Siracusa, en un susurro, no tiene dificultad en definiéndolo como “imprudente” en sus formas y en sus tiempos.
Lo que provocó reacciones contrastantes entre Venecia y Siracusa fue la aprobación por parte del ayuntamiento de la moción que pedía la devolución definitiva del cuerpo del santo a Siracusa. Una moción aprobada se convierte en un acto oficial. Y en Venecia leyeron ese documento oficial del Ayuntamiento como una declaración de “hostilidad”, como el deseo preciso de la ciudad de Siracusa de levantar barricadas (no en el sentido físico, ndr.) para recuperar los restos de la Patrona. Una lectura que podría haber empujado al Patriarcado de Venecia a revisar incluso la próxima llegada del cuerpo de Lucía a Siracusa, prevista para diciembre. Sólo las buenas relaciones con el Arzobispado evitaron cualquier riesgo de cambio de opinión.
Ciertamente, la Iglesia de Siracusa no apreció la medida del ayuntamiento. Hasta el punto de aconsejar, con una nota de prensa, que se cuide el pueblo abandonado con intervenciones para “valorizar el barrio de Santa Lucía que alberga los testimonios del mártir de Siracusa” si realmente se quiere hacer algo en nombre de la Patrona. En resumen, el Arzobispado parece indicar a los concejales más concreción y menos imaginación.
El concejal municipal Sergio Bonafede (Mpa) presentó esa moción, la cual fue aprobada por unanimidad. “Como católica, siempre confío en la iglesia y en nuestro obispo. No hay ningún deseo de alimentar las discusiones entre Siracusa y Venecia. De hecho, incluso en el Ayuntamiento agradecí al Patriarcado veneciano la generosidad y el compromiso con el que cada diez años permite la visita de los restos mortales de nuestra Patrona”, explica Bonafede. “Sin embargo, creo que no es pecado hablar de la posibilidad de que el cuerpo de Lucía pueda regresar en el futuro a su ciudad. Siempre, lo repito, agradeciendo a los venecianos que lo preservaron y protegieron.” No hay, por tanto, ningún deseo de alimentar enfrentamientos con el Patriarcado y mucho menos de agitar los ánimos en Siracusa. “Aquí hay una fuerte devoción hacia Santa Lucía. Esto no significa que a nadie se le ocurra levantar barricadas o retener el cuerpo del Santo Patrón para no dejarlo regresar a Venecia. Son gestos y planes que no nos pertenecen. Lamento que la moción haya sido malinterpretada hasta ese punto”. ¿Volveremos a hablar del regreso definitivo del cuerpo de Santa Lucía a Siracusa? “Cuando llegue el momento del futuro…”, comenta Bonafede, abriéndose –sobre todo– a la fe y a la esperanza.

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