“Peace & Love”: Lennon nunca fue tan relevante

TRTTTRTRETE“Imagina que no hay cielo/Es fácil si lo intentas/No hay infierno debajo de nosotros/Sobre nosotros, solo cielo”. Estos son los versos inmortales de John Lennon que me vienen a la cabeza tras una primera inmersión en la exposición fotográfica “Bob Gruen: John Lennon, Los años de Nueva York” propuesto como parte de la edición 2024 de Medimexen presencia del mismo autor de las tomas, conocido por haber sido el fotógrafo oficial del cantautor y líder inglés de Los Beatles, así como su gran amigo, en los últimos nueve años de su vida; aquellos neoyorquinos y de gran introspección vivían en simbiosis con su pareja Yoko Ono.

Bob Gruen se movía entre sus fotografías expuestas en MARTa como si trepara en el tiempo por cristales sensibles al menor susurro. De su mirada antigua se respiraba el aire del viejo sabio que no tiene nada que dejarse decir: vio nacer y crecer el siglo XX musical frente a su objetivo desde la ventanilla privilegiada del avión de Led-Zeppelin; fotografió el Rock cuando aún no se llamaba Rock -lo mismo ocurre con los mil subgéneros- e inmortalizó la leyenda de John Lennon en algunos de los momentos más icónicos de su vida. Uno de los mejores fotógrafos musicales vivos.que con su arte ha capturado a muchas de las bandas que fueron precursoras del sonido moderno, ha logrado la hazaña de narrar un universo enterrado en las tiendas de discos y en los corazones de los entusiastas, comenzando – en conjunto con el director artístico César Verónica – desde un concepto simple pero revolucionario: paz.

John Lennon nunca ha sido sólo un icono musical, sino que su gran multitud de seguidores siempre se ha inspirado en su compromiso social en temas de interés colectivo (basta pensar en la citada letra de “Imagine”). El propio Gruen subrayó cómo el ex Presidente de los EE.UU., Richard Nixon quiso expulsar a Lennon por su ferviente oposición a la guerra de Vietnam. Que en un festival de participación pública como Medimex se hable tan abiertamente de la urgente necesidad de paz, teniendo en cuenta las guerras que desgarran a Europa y Oriente Medio desde hace algunos años, sería, en teoría, normal. Hoy en día parece poco convencional oír hablar de paz en un momento institucional -aunque cubierto de neblina musical- como el Medimex, en el que esta sucia palabra (paz, precisamente) parece destinada a ser eliminada del vocabulario del buen ciudadano en lugar de intereses supranacionales mistificados.

En las fotografías de Gruen, que se pueden consultar al mismo precio que la entrada para la visita al Museo Arqueológico Nacional de Taranto hasta el 14 de julio, se respira la historia de la música, pero también la historia del siglo XX. No es casualidad que el medio de prensa, en presencia del director del museo, Stella Falzoneocurrió justo en el contexto de foto de Lennon con la Estatua de la Libertad, producido en respuesta a las pusilánimes amenazas de Nixon. Amenazas que los ciudadanos de hoy, quizás menos conscientes y socialmente activos que ayer, conocen muy bien y terminan acurrucados en la playa esperando que “las cosas” mejoren.

Bob Gruen posa junto a la fotografía que le tomó a John Lennon frente a la Estatua de la Libertad en Nueva York

La secuencia más cautivadora de las expuestas, no se puede negar, es aquella en la que John Lennon aparece vestido con el Camiseta con la inscripción “Nueva York”. Como recordó Gruen, John quería vivir allí porque ese era el centro del mundo y dos mil años antes, por el mismo motivo, habría estado en Roma. John parece haber estado muy interesado en aparecer con la marca NYC, hasta el punto de que él mismo cortó las mangas de la camiseta, convirtiéndola en una camiseta sin mangas un poco más “estilo americano”. Y pensar que las fotografías del folleto fueron tomadas por Gruen el mismo día. “Muros y puentes” de 1974… Del conjunto de fotografías expuestas en MArTa no puede escapar una reflexión interior: ¿no es el arte mismo, en este caso la música, capaz de contar la historia de la humanidad mejor que cualquier texto académico? La imagen da en el blanco antes que el texto.pero el testimonio cinematográfico de Gruen – que comenzó su carrera por casualidad, fotografiando bandas de “amigos”, para luego ser reclutado por compañías discográficas que, al reconocer sus habilidades, le permitieron “pagar las cuentas” – es holístico de un mundo que no sabía que estaba cambiando a un ritmo tan rápido.

John Lennon y su camiseta

El propio Glam Rock de los New York Dolls no sabía que se llamaba “Glam Rock”: mientras Gruen lo fotografiaba no era consciente de que algún día hablaríamos de un movimiento en tiempo pasado, porque sólo mirando hacia atrás es posible etiquetar los acontecimientos. En el momento; en la era maravillosa cuando El enfrentamiento fueron a casa de Bob Gruen a cenar espaguetis con amigos y él los fotografió bajo el escenario, actuando también como su pseudo-chófer, captó en película “lo que estaba pasando”: nada más y nada menos. Era Punk goteando devastación en la casa total de Gruen., entre jeans rotos (cuando no estaban de moda) y cabellos tan inverosímiles como los autores que lo lucieron. Y las fotos, para Punk, eran gratis, pero de grupos como Kansas Y Bostón El trigo empezó a impregnar los bolsillos de Bob, por encargo de periódicos que habían entendido el ojo del fotógrafo americano.

No sólo John Lennon y Yōko Ono en las salas del MArTa, sino también Los Rolling Stones, Andy Warhol, Los Ramones, Sid Vicious, Led Zeppelin, Beso y muchos otros artistas que fueron precursores de la revolución cultural y musical del siglo pasado, aparecen como sabios iconos sagrados para arrodillarse para pedir la gracia de querer redescubrir, si no ese sonido, al menos el coraje de producir uno nuevo, cual es alimentado por un fuego vivo de pasión y reivindicación, y no exclusivamente dirigido a la cantidad pecuniaria que se recibirá en la cuenta corriente tras los millones de reproducciones en streaming que siguen, progresivamente, borrando una idea de música libre, instintiva, sanamente iracunda, que atormenta a los poderosos del mundo cuando atacan a la paz, y que ésta no se limite al onanismo de sus seguidores en las redes sociales. Uno se pregunta, mirando a Lennon y los demás colgados en la pared: ¿Quién habría fotografiado hoy al legendario Bob? Para quien pueda interesar: Gruen vio el nacimiento de Rock al interpretar a su tocayo, Dylanque tomó la guitarra eléctrica el 25 de julio de 1965 con motivo del Festival de rock de Newport. A partir de ese día, el mundo nunca volvería a ser el mismo. “Puedes decir que soy un soñador/Pero no soy el único/Espero que algún día te unas a nosotros/Y el mundo vivirá como uno solo”.

*Todas las fotos de Simone Calienno.

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