Cómo se salvó en el hospital Sant’Orsola de Bolonia

Bolonia, 17 de junio de 2024 – Una carrera contrarreloj, de Ancona a Bolonia, para salvar al pequeño Haider. Este es el operativo realizado por el departamento Cirugía cardíaca y cirugía pediátrica en el Policlínico Sant’Orsolaquien salvó la vida de un niño de cinco años. A finales de marzo, el pequeño ingirió un pila de discos sin el conocimiento de los padres. En Ancona le quitan la batería, pero en los días siguientes el niño empieza a sentirse mal, vómitos de sangre.

Los sanitarios de Ancona intervinieron de inmediato y trasladaron al pequeño. en ambulancia aérea bajo las Dos Torres, donde fue atendido por el equipo médico de Sant’Orsola. “Este tipo de batería es peligrosa porque Se adhiere a la mucosa esofágica. y también puede conducir a perforación del esófago – explica el profesor Mario Lima, director de Cirugía Pediátrica, que realizó la operación –. Y en caso de perforación, podría ser la aorta también se vio afectadacreando una fístula entre la arteria y el órgano”.

“Después viaje intubado, debido a una bajada de presión arterial, el niño fue trasladado al quirófano – continúa Lima –. Lo operamos con el profesor Andrea Donti (Cardiología Pediátrica, ed.). El profesor Lima detuvo la hemorragia del esófago con una sonda; El Dr. Donti aplicó uno endoprótesis del lado de la aorta. Tras la operación, el pequeño quedó en cuidados intensivos, supervisado por el equipo de la doctora Marta Agulli (anestesia y cuidados intensivos quirúrgicos cardíacos). Luego, la estancia en cirugía pediátrica, donde estuvo un mes. Ahora haider esta bien y está listo para irse a casa.

La familia del pequeño Haider en la plaza de Bolonia tras el tratamiento que le salvó

“Pero esta historia debe ser una advertencia para los padres – subraya Lima –: deben prestar atención en los casos de La ingestión de baterías de disco, nunca debe subestimarse.”. Además, porque “el cuadro era crítico – subraya la cardiocirujana Emanuela Angeli –, fue necesario intervenir. Se creó una sinergia y colaboración entre profesionales que se destacó buena asistencia sanitaria. Esto permitió salvar al niño”.

Muhammad Faizan Rana, el padre del pequeño, no reprime su emoción. “Los sanitarios eran verdaderos ángeles – concluye –. Trataron a mi hijo como si fuera de la familia.. Y gracias a la disponibilidad de Piccoli Grandi Cuori Onlus e Casa Emilia, mi esposa y mi otra hija también pudieron quedarse aquí cerca de Haider. Volvamos a casa agradeciendo a todos: esta es una asistencia sanitaria que es válida y que funciona”.

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