Las misiones espaciales se vuelven ecológicas: la alternativa a los combustibles tóxicos de la Universidad de Pisa

Las misiones espaciales se vuelven ecológicas: la alternativa a los combustibles tóxicos de la Universidad de Pisa
Las misiones espaciales se vuelven ecológicas: la alternativa a los combustibles tóxicos de la Universidad de Pisa

Las misiones espaciales pueden ser sostenibles gracias a una nueva clase de vehículos orbitales que utilizan propulsores “verdes” para moverse, por lo tanto combustibles menos tóxicos: la novedad surge de un estudio del Departamento de Ingeniería Civil e Industrial de la Universidad de Pisa publicado en la revista Acta Astronáutica llevado a cabo en el ámbito de Ascensiónun proyecto europeo que contó con la participación de numerosos socios nacionales e internacionales, entre ellos el Politécnico de Milán y la Universidad La Sapienza de Roma en Italia, y muchas otras entidades en Alemania, Francia, Bélgica y España.

La investigación publicada en el artículo fue realizada por Alberto Sarritzu bajo la supervisión del profesor Angelo Pasini; El equipo del proyecto de la Universidad de Pisa también incluye al estudiante de doctorado. Lily Blondel-Canepari.

“Los nuevos propulsores ecológicos seguramente podrán sustituir a los propulsores tóxicos que se utilizan principalmente en la actualidad – explica Alberto Sarritzu – Por un lado, esto nos permitirá mejorar la eficiencia de la propulsión y hacer posibles misiones que actualmente no son posibles y, por otro, simplificar las operaciones terrestres en preparación para los vehículos orbitales, que hoy son largas, complicadas y costosas”.

¿Qué son los propulsores verdes?

El estudio se lleva realizando durante décadas y la Universidad de Pisa ha desempeñado un papel clave a lo largo de los años. EL propulsores verdes son compuestos químicos de bajo impacto ambiental y toxicidad, como el peróxido de hidrógeno en altas concentraciones o el óxido nitroso, comúnmente conocido como anestésico.

Estos también incluyen el municipio. queroseno y otros hidrocarburos, que sin embargo representan un gran paso adelante respecto a los compuestos tradicionales utilizados, que contienen hidracina o tetróxido de nitrógeno, sustancias extremadamente tóxicas y nocivas para el medio ambiente y la salud humana. Estos componentes son peligrosos para el personal involucrado, pero también extremadamente caros, por lo que el sector lleva años intentando encontrar alternativas válidas.

“La nueva clase de nave espacial que hemos estudiado promete traer innovaciones que pueden tener implicaciones para todos nosotros – subraya Angelo Pasini– como un acceso más fácil y sostenible al espacio, la eliminación activa de los desechos espaciales causados ​​por décadas de uso incontrolado de nuestras órbitas y el desarrollo de nuevas misiones de exploración espacial”.

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