Olbia Los primeros números seguro que te hacen sonreír, pero aún no ha llegado el momento de descorchar el espumoso. La temporada está dando sus primeros pasos y Fabio Fiori, presidente de la asociación de hoteleros de Olbia, prefiere volar bajo. Los primeros datos, relativos a Olbia, dicen que ya a mediados de abril las reservas para el período estival superaron en un 20-30 por ciento las registradas en abril del año pasado. «Para nosotros es sin duda una buena señal – afirma Fiori -. El camino trazado parece encaminarse hacia una temporada positiva, pero hay que prestar mucha atención. Estamos en el comienzo y hay varias razones que no deberían empujarnos hacia el triunfalismo y el entusiasmo fácil”.
En primer lugar hay que tener en cuenta la tendencia cada vez más marcada de reservas anticipadas, especialmente por parte de extranjeros. Y luego está el resto, desde las guerras hasta los costes del transporte y los precios ligeramente elevados tanto en los hoteles como en las discotecas de la ciudad. «Recordemos que, no muy lejos de nosotros, hay dos conflictos en curso – afirma Fiori, que también es directivo de Federalberghi -. Olbia es una ciudad conectada con el mundo, la nuestra también es turismo internacional y ciertamente no podemos ignorar lo que está sucediendo. Debemos pensar cada vez más desde una perspectiva global. Un ejemplo: el coste del combustible fluctúa y puede afectar a los viajes. Dejando de lado las guerras, Cerdeña también tiene que hacer frente a la competencia, a veces incluso agresiva, de otros destinos mediterráneos”.
En definitiva, está prohibido dormirnos en los laureles. La historia de la próxima temporada aún está por escribirse. «Y no olvidemos la cuestión de las conexiones – continúa Fiori -. Somos una isla y la gente sólo puede llegar aquí por barco o avión. Naturalmente, las empresas hacen sus negocios como debe ser, pero la política, especialmente la política regional, debería controlar la situación y establecer ciertos límites. De lo contrario, el riesgo es que, en determinados casos, el beneficio adecuado se convierta en especulación. Especialmente en Olbia, teniendo en cuenta lo que significa tener la Costa Esmeralda a un paso.”
Luego viene un problema aún más urbano: los precios a veces son muy elevados tanto en hoteles como en bares y restaurantes. «El debate evidentemente no concierne a todos los operadores – subraya Fiori -. Mi invitación es sólo esta: dar el servicio correcto al precio correcto. En definitiva, los servicios deben pagarse correctamente. Es fundamental que los empresarios le pongan la máxima seriedad.” Tanto a nivel de precios como de gestión del personal. «Desde hace algún tiempo resulta muy difícil encontrar personal suficientemente preparado y formado – afirma Fiori -. Es una discusión que concierne a muchas categorías, no sólo a la nuestra. Pero al mismo tiempo es cierto que a veces falta seriedad. Afortunadamente, el porcentaje es bajo, pero sucede que no se ofrecen contratos adecuados o que las horas extras son excesivas y tal vez no siempre se pagan. Cualquiera que se comporte mal desacredita a toda la categoría”.
