Lamezia, “Testigos, no maestros”: Mons. Parisi se reúne con más de trescientos catequistas de la diócesis

Lamezia, “Testigos, no maestros”: Mons. Parisi se reúne con más de trescientos catequistas de la diócesis
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Lamezia Terme – Un encuentro esperado y cuidadosamente preparado por la Oficina Catequística Diocesana, el que se celebró en el Auditorio del Complejo Interparroquial de San Benedetto. Una oportunidad para encontrarnos y escuchar juntos las palabras de aliento del obispo. Los números eran importantes: más de trescientos catequistas participantes. “La reunión – dice Katia Muraca del equipo de la Oficina Catequética Diocesana – se animó con el canto, gracias a Sabrina Pugliano, catequista y experta música; Comenzó con el espacio reservado a la oración y continuó en un ambiente más informal, pero no menos intenso, con la presentación de la Oficina de Catequesis y su equipo por parte del director, Don Antonio Brando. Inspirándose en las palabras del Papa Francisco, Don Antonio definió al catequista como un “apologista” de la Esperanza, es decir, aquel que hace viva una Persona -Jesús, nuestra Esperanza- para que sea testigo de la fe y custodio de la memoria. de Dios”.

Luego cedió la palabra a Emanuela Cristiano, representante del sector discapacitado dentro de la Oficina, quien “actualizó a los catequistas sobre las nuevas herramientas para la catequesis de las personas con discapacidad, y que pronto dio paso a un momento realmente conmovedor: el testimonio de inclusión de Rossella y Katia, catequistas de la Parroquia de Santa Maria Maggiore, que tienen como ayuda catequista a Alberta, una joven con discapacidad, que, a pesar de haber completado su camino de iniciación cristiana con la Confirmación, permaneció en la parroquia, al servicio de la catequesis, enriqueciéndose el grupo de catequesis en el que actúa con su viva presencia. El encuentro continuó con la magistral lectio divina pronunciada por Mons. Parisi sobre un célebre pasaje del Evangelio de Mateo (Mt 5, 13-16), insertado en el contexto de las Bienaventuranzas del cristiano, ofreciendo una lectura verdaderamente nueva y reconfortante para los misión de catequista, que es testigo, sí, pero también un poco maestro para quienes encuentra en la catequesis; en efecto, debe “brillar con luz delante de los hombres, para dar gloria al Padre que está en los cielos”. A esto siguió un rico momento de conversación entre los presentes y el obispo, que respondió con mucha precisión, durante el cual hubo oportunidad de hablar nuevamente sobre la Escuela Bíblica Diocesana y la Escuela Diocesana para los ministerios como otras oportunidades de formación y encuentro para catequistas; así como la posibilidad de mencionar los nuevos canales “sociales”, presentados por Verónica Vaccaro, capaces de proporcionar informaciones y materiales útiles para la catequesis”.

Y, finalmente, concluye: “una dinámica simple pero significativa de todos los que se sienten unidos, a pesar de sus diferencias mutuas, en una sola cuerda, que fue creada con entusiasmo por los catequistas presentes y colocada a los pies de un icono de Jesús, en el escenario. . El rezo de la oración del catequista y la bendición del Obispo cerraron una tarde verdaderamente llena de ideas, de afecto y de renovado deseo de continuar la misión entre los “testigos” del único “Maestro”, provenientes de los diferentes ámbitos de nuestra Diócesis”.

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