El talento de Spagnol para magos y magos

Florencia, 23 de junio de 2024 – mario spagnol era un gigante de la edición italiana. La mayoría de las obras literarias de mayor éxito de la posguerra están vinculadas a su nombre. Para mí Spagnol era más que una editorial. Fue un amigo, un pariente cercano, un maestro, una fuente de aprendizaje. Siempre se le veía absorto, curioso, pensativo, atento a todo lo que le rodeaba. Compartía con él su lugar de nacimiento y había mantenido su retiro en Lerici, donde pudo encontrar la paz después de sus esfuerzos editoriales en Milán. “Si no estás ocupado, hoy a la hora del almuerzo te recogeré e iremos a una ceremonia en Parma”, me dijo una mañana por teléfono. Imaginé que una editorial llevaría a uno de sus autores a algún evento literario, pero no fue así. El Excelente Arcisodalizio del Culatello Supremo tiene como objetivo mantener viva la cultura del delicioso embutido.

Lo que pocos saben es que la archi-asociación está gobernada por un consejo formado por personalidades de la cultura y la industria que, ataviadas con sombreros y capas de plumas, eligen anualmente el mejor culatello producido por las empresas familiares de la zona de Parma. En ese momento, el escritor Alberto Bevilacqua estaba al frente de la asociación. Mario Spagnol era concejal. Imaginemos a un joven escritor novel que ve a su editor y a uno de los autores nacionales más importantes discutiendo sobre la suavidad del culatello, su contenido graso, su contenido magro y sus aromas. Y lo hicieron sin detenerse en dobles sentidos. Fue divertido para mí y un festín de deliciosos embutidos. Algunas noches más tarde, después de cenar, Mario Spagnol me regaló unas diez páginas mecanografiadas. Con él estaba su difunto hijo Luigi, quien, según supe más tarde, era el brazo operativo de la adquisición. “Acabamos de subastar a este autor. Lee estas páginas del incipit y dime qué te parece, Marco”. Leí y releí las páginas y unos días después, Mario y Luigi me pidieron mis impresiones. Recuerdo que pronuncié más o menos exactamente estas palabras: “Bueno, señor Spagnol. Los gustos anglosajones probablemente sean diferentes a los nuestros, pero aquí estamos hablando de escuelas con bóvedas góticas, magia, mandrágoras, quidditch, magos y magos. ¿Estás seguro de que el mercado italiano puede entender escritos como este?”

Unos meses más tarde, la editorial Salani (parte del grupo editorial Mauri Spagnol) se disponía a celebrar, creo, el millón de ejemplares vendidos de la primera novela de harry potter De Joanne K. Rowling. Como habrás comprendido, ese era el incipit que me había dado Spagnol y sobre el cual yo había expresado mis presuntuosas dudas. Mario se acercó a mí, con la misma sonrisa que cuando declamaba las purezas del culatello: “Los magos, el quidditch, la mandrágora. Piensa en escribir, Buticchi”. Desde entonces, sigo escribiendo hoy, absteniéndome de emitir ningún juicio sobre el trabajo de mis colegas. Y Salani sigue publicando con éxito la saga de Harry Potter…

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