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El presidente ruso Vladimir Putin inició una visita oficial a Corea del Norte el miércoles 19 de junio. Es su primera visita al país desde 2000, así como la primera vez que un líder extranjero visita Corea del Norte desde la pandemia de coronavirus.
En septiembre, el dictador norcoreano Kim Jong Un viajó a Rusia, y esa visita marcó el comienzo de una relación más estrecha entre Rusia y Corea del Norte: en los últimos meses Corea del Norte ha suministrado a Rusia una gran cantidad de munición, que está utilizando en la guerra de Ucrania, a cambio de alimentos y energía. Durante la visita de Putin que comenzó el miércoles, los dos países firmaron un acuerdo que incluye, entre otras cosas, el compromiso de defenderse mutuamente si alguno de ellos es atacado por otro país.
Kim Jong Un recibió a Putin con celebraciones bastante grandiosas pero también extremadamente incómodas, visto desde aquí: Corea del Norte está gobernada por una de las dictaduras más cerradas del mundo, en la que los norcoreanos están obligados a mostrar un gran entusiasmo en cualquier manifestación pública. Esto también se vio durante la visita de Putin, con cientos de adultos y niños aplaudiéndolo durante desfiles, marchas y conciertos.
