Kate Middleton, desde su cabello hasta sus gestos: el trasfondo de su regreso. Foto y vídeo

Un Trooping the Color que pasará a la historia, el del sábado. El regreso de Kate Middleton tras su enfermedad saca a la familia real de un período muy oscuro y trae alegría a los ingleses que la esperan desde hace seis meses. Sin embargo, su participación sólo se reveló en el último minuto porque no era seguro que la princesa, que padecía cáncer, se sintiera a la altura. En cambio, parecía frágil y más delgada, pero serena y sonriente. La Kate decidida de siempre… foto | vídeo 1 | vídeo 2 | vídeo 3 | vídeo 4 | vídeo 5 | vídeo 6

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EL LOOK ES UN HOMENAJE AL REY – Kate elige usar un vestido blanco de Jenny Packham que ya había usado durante las celebraciones de la coronación de Charles. Un homenaje al rey, en su cumpleaños oficial. Pero el vestido se modifica para la ocasión con la adición de un gran lazo, justo debajo del hombro, que recuerda el look de Audrey Hepburn en My Fair Lady. El sombrero es de Philip Treacy (el más elegido por las mujeres de la realeza). Kate también lleva la insignia de la Guardia Irlandesa de la que llegó a ser coronel. Usa más maquillaje de lo habitual, tal vez para revelar cansancio, y lleva el cabello recogido en el tradicional moño bajo que suele elegir para ocasiones formales.

EL DIÁLOGO SECRETO – El día antes del desfile Kate y el rey Carlos tuvieron una conversación sobre su posible participación. Ella no quería robarle el espectáculo al soberano, pero él la animó a estar allí, por el bien de la familia y para acompañar a los principitos George, Charlotte y Louis. En el balcón, el rey la quería a su lado. Una imagen de unidad y fuerza, a pesar de la enfermedad de ambos.

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LAS ESCENAS DE LOUIS – El pequeño Louis, de 6 años, fue la estrella del espectáculo (después de su mamá). Realizó las habituales muecas y grandes bostezos durante la interminable coreografía militar. Intentó escapar por una ventana del edificio Horse Guards Parade desde donde observó la ceremonia (junto con Kate y sus hermanos), casi rompió las cuerdas de una tienda de campaña y su hermana lo regañó varias veces. “¡Para y sigue el desfile!”, ordena la juiciosa Charlotte cuando el tercer nacido empieza a bailar al ritmo de la banda. “¡No lo haré!”, la desafía. “Tienes que hacer lo que te dicen”, “¡No!”. Las discusiones continúan en el balcón del Palacio de Buckingham: “¡No toques las manos!”, ordena. Esta vez obedece. Kate y William se miran divertidos.
Ella abraza a sus bebés durante toda la ceremonia (mientras William la sigue a caballo). Acaricia el cabello de Charlotte, abraza a Louis, observa con orgullo a George, siempre sereno. Poder acompañarlos en este día fue una gran victoria personal contra la enfermedad. Durante el paseo en carruaje, señala a la multitud a sus hijos: “¡Miren!” y George observa: “Mamá, todos parecen muy felices”.

LA SATISFACCIÓN DEL REY – “¡Bien hecho a todos!”, elogia el rey Carlos al final del acto, cuando la familia se dispone a abandonar el balcón. El soberano se muestra satisfecho con la jornada, a pesar de la lluvia torrencial. Lamentó no poder seguir el desfile a caballo, como quería, pero tuvo que obedecer el consejo de los médicos y viajar en carruaje. Pero el regreso de Kate fue más importante que cualquier otra cosa.

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PRÓXIMOS COMPROMISOS – La Princesa de Gales ha indicado que espera asistir a otros compromisos oficiales durante el verano. Fuentes de palacio, sin embargo, señalan que hoy no estará en la ceremonia de la Orden de la Jarretera en Windsor ni en las carreras de caballos Royal Ascot del fin de semana. Pero podría hacer un viaje a Wimbledon, un torneo que ama como ávida tenista, y a finales de mes estar presente en la visita de estado del Emperador de Japón.

Deborah Ameri