De Le Mans a la F1, de Clio a la A110: Alpine en todos los ámbitos

De Le Mans a la F1, de Clio a la A110: Alpine en todos los ámbitos
De Le Mans a la F1, de Clio a la A110: Alpine en todos los ámbitos

Para entender lo que significa jugar en todos los ámbitos del mundo del automóvil, basta ver lo que está haciendo Alpine: “les bleus”, como los llaman en la jerga francesa, corren en la F1 y en las 24 Horas de LeMans que este fin de semana se disputarán. Llévatelo con la 92ª edición. Pero no sólo eso: tienen en su lista un pequeño superdeportivo legendario, el A110, y una increíble gama de coches deportivos pero “normales”, del Clio al Austral, del Espace al Capure.

Ningún fabricante de automóviles generalista en el mundo es tan ecléctico. Y pocos son tan amados en su tierra natal. Baste decir que cuando el viernes pasado, después de los controles administrativos y técnicos -una cita organizada en la Place de la République de Le Mans-, Charles Milesi, Ferdinand Habsburg y Paul-Loup Chatin junto con Matthieu Vaxiviere, Mick Schumacher y Nicolas Lapierre fueron literalmente abrumado por el cariño del público. El apoyo popular se confirmó al día siguiente con el desfile en el centro de la ciudad, por donde pasó el Alpine A424 entre aplausos de miles de espectadores.

Y pensar que el coche que luchará durante todo un día por los terribles 13.626 kilómetros del Circuito de la Sarthe tiene un pariente que corre en F1 y una serie casi infinita de modelos en la lista.

En las 24 Horas la batalla será dura: una alineación loca, con 23 Hypercars de los 62 autos en la pista, pero ese no es el punto.

El quid de la cuestión aquí es poder aprovechar la tecnología de carreras para los autos de producción. Un camino difícil que, sin embargo, parece tener éxito en Alpine: después de matar al Renault F1 en la cuna (una operación discutida por muchos), la compañía francesa ha logrado establecerse en la élite del mundo de los superdeportivos. Fernando Alonso, antes de abandonarlos por Aston, se esforzó, por supuesto, pero es precisamente el proyecto global el que ha funcionado.

Así que en la gama Alpine, junto al muy ligero y muy divertido A110, hay algo más. Resultado de la transformación de la marca Alpine en una puesta a punto deportiva de los modelos de serie. Con el extra de refinamiento que intenta conectar con la filosofía de la marca deportiva: no es casualidad que estas versiones se denominen “esprit Alpine”. Así, por ejemplo, el nuevo Clio “disfrazado” realmente causa una impresión diferente. Algunas cifras para entender la cuestión: en sólo dos años las ventas de Alpine se han duplicado, mientras que el A110 se ha coronado como el deportivo más vendido en Francia y se sitúa entre los cinco primeros del segmento de los coupés deportivos en Europa.

Llegamos entonces al Austral E-Tech full hybrid con 200 caballos (pero la gama también incluye los más silenciosos Mild Hybrid Advanced y Mild Hybrid) que mezcla deportividad con el carácter evidente de un coche familiar. Sin embargo, el alma deportiva alpina sale en cualquier momento si se desea gracias al nuevo sistema avanzado 4Control con 4 volantes que hace que las trayectorias sean muy precisas y gracias al conocido sistema multisense que ofrece hasta 5 configuraciones de conducción diferentes para adaptarse. conducción a las condiciones de la carretera y a los deseos del conductor: sonido y respuesta del motor, estabilidad de la dirección, iluminación interior y configuración de la pantalla del conductor.

Evidentemente todo este “espíritu alpino” proviene del brillante A110 que revive el mito de Jean Rédelé, el concesionario Renault de Dieppe que fundó Alpine, con un coche muy moderno y muy divertido de conducir. Rédelé fue un gran apasionado de las carreras y un brillante piloto: creó el primer Alpine (el A106) a partir de un Renault 4 CV y ​​se convirtió inmediatamente en una leyenda. Y la conquista de metas imposibles como el Rally de Montecarlo, el Tour de Córcega y –incluso– el Campeonato del Mundo de Rally. Todos los objetivos conseguidos con la misma receta: ligereza, ligereza y más ligereza.

“Ingredientes” que encontramos intactos –ésta es la belleza– en el nuevo Alpine 110. Sencillo, ligero, lleno de referencias históricas: una de las recetas más fascinantes de nuestros tiempos. Sí, porque si el diseño es idéntico al del modelo original (somos casi una réplica), entonces la técnica ofrece un refinado chasis de aluminio y un motor derivado de la gran serie (el del Mégane), es decir, un 1800 turbo pero 252 CV (que pueden llegar a superar los 300 en otras versiones), además de estar situado en una posición central trasera. Todo ello combinado con suspensión delantera y trasera de doble horquilla y tracción trasera. Sutilezas.

El mosto se descubre aquí en la balanza: el A110 detiene la aguja en 1.080 kg. Un récord absoluto posible gracias a la carrocería de aluminio y a una búsqueda obsesiva de la ligereza. Desde la tapicería hasta las suspensiones, pasando por los asientos monocasco de 13,1 kg. Éste es el espíritu alpino del que hablábamos. Y por eso los “bleus” son tan queridos: hacen las delicias de los amantes del automovilismo y de los coches deportivos.

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