Gioacchino Randazzo, cuarentón originario del Valle de Belice y adoptado por la ciudad de Marsala, obtuvo recientemente el título de Sommelier Internacional de Aceite de Oliva. Este reconocimiento, obtenido en la Asociación Italiana de Sumilleres (AIS) “Bibenda” en Roma, lo convierte en el primer y único experto en este sector en las provincias de Trapani, Palermo y Agrigento y el segundo en toda Sicilia.
La pasión de Gioacchino por el aceite de oliva tiene sus raíces en su historia familiar. Criado en una familia con una larga tradición olivarera, heredó de su abuelo no sólo los conocimientos técnicos de la poda del olivo, sino también un profundo respeto por el cultivo del aceite. Esta tradición le inspiró a realizar una formación especializada que le llevó a Roma, donde durante casi un año asistió a cursos intensivos en el AIS.
Durante su periodo de formación, Randazzo estudió en profundidad las diferentes variedades de aceitunas, las técnicas de extracción y las características sensoriales de los aceites de oliva de diversas regiones. También aprendió el arte de maridar el aceite con la comida, aspecto clave para un sumiller de aceite. “Estudiar en Roma, donde pude interactuar con algunos de los nombres más respetados de la industria, enriqueció mi comprensión y perfeccionó mis habilidades para probar y combinar aceite con comida”, dijo Gioacchino.
El AIS “Bibenda” destaca por su excelencia y rigor en sus criterios de evaluación. Los candidatos al título de Sommelier Internacional de Aceite de Oliva deben superar complejas pruebas que ponen a prueba sus conocimientos y capacidades sensoriales. El éxito de Gioacchino en estas pruebas representa no sólo un logro personal, sino también un reconocimiento del potencial del aceite de oliva virgen extra siciliano en los mercados nacionales e internacionales.
De cara al futuro, Randazzo tiene grandes planes. Su objetivo es organizar cursos de degustación y desarrollar rutas turísticas oleícolas en el oeste de Sicilia. Con su nueva cualificación, está preparado para convertirse en embajador del aceite de oliva de alta calidad, promoviendo no sólo el sabor y las características sensoriales del aceite, sino también la rica historia y la cultura gastronómica y vinícola que lo acompañan.
