Los dólares australiano y neozelandés comenzaron la semana con el pie derecho, ya que una lectura clave de la inflación estadounidense enfrió y reforzó las apuestas de recortes de tipos, mientras perdían terreno frente a un euro boyante después de la primera vuelta de las elecciones en Francia.
El dólar australiano subió un 0,1% hasta 0,6672 dólares, después de ganar un 0,4% la semana pasada hasta 0,6689 dólares, ya que los datos benignos del PCE de EE.UU. mantuvieron viva la perspectiva de un recorte de tipos en septiembre…
El precio del dólar todavía enfrenta una resistencia de 67 centavos, mientras que el soporte está en 0,6576 dólares, un rango que se ha mantenido durante las últimas seis semanas.
El dólar neozelandés ganó un 0,3% hasta 0,6102 dólares, tras haberse recuperado de la media móvil de 200 días de 0,6069 dólares el viernes para romper su reciente tendencia bajista. La semana pasada cayó un 0,5%.
Las dos monedas perdieron terreno frente al euro, que se recuperó algo de las recientes ventas masivas, después de que la primera vuelta de las elecciones francesas del domingo mostrara que el partido de extrema derecha Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen había obtenido el mayor número de votos, pero con una proporción inferior a la prevista inicialmente por algunas encuestas.
El euro ganó un 0,3% hasta 1,6107 dólares australianos, alejándose de un mínimo de un año, mientras que subió un 0,1% hasta 1,7611 dólares neozelandeses.
Las dos antípodas también alcanzaron nuevos máximos para el maltratado yen. El kiwi alcanzó un máximo de 34 años a 98,29 yenes, mientras que el dólar australiano escaló otro máximo de 17 años a 107,57 yenes.
En Australia, los precios de la vivienda siguen alcanzando niveles récord, con un crecimiento adicional del 0,7% el mes pasado, lo que se suma a la riqueza de los hogares.
El Commonwealth Bank of Australia revisó el lunes al alza su pronóstico para los precios de la vivienda este año al 7%, desde el 5% anterior, señalando que el riesgo aún sigue al alza.
“El riesgo a corto plazo de un aumento de las tasas de interés limitaría los riesgos al alza para los precios de las viviendas e incluso desaceleraría el ritmo de crecimiento”, dijo Belinda Allen, economista senior de CBA.
Combinado con una inflación persistente, los mercados están apostando a que hay un 65% de posibilidades de que el Banco de la Reserva de Australia tenga que aumentar la tasa de efectivo actual del 4,35% en agosto, lo que ha apoyado al dólar australiano en las últimas semanas.
El RBA publicará las actas de su reunión de política monetaria de junio el martes y los datos del comercio minorista se publicarán el miércoles.
Los recortes de impuestos, diseñados para dar a todos los contribuyentes australianos más dinero para cubrir los crecientes costos de vida, entraron en vigor el lunes.
