Esos 300 mensajes diarios de Filippo Turetta enviados a Giulia Cecchettin

La obsesión de Filippo Turetta por su ex Giulia Cecchettin se manifiesta en un número preocupante: el de los mensajes enviados a la joven y a su smartphone durante los dos últimos años, hasta el día del asesinato. Según se desprende de los documentos de la investigación, desde enero de 2022 hasta el día del feminicidio, el niño le envió 225.720 mensajes (un promedio de más de 300 por día). Y tras el crimen, los envíos por correo aumentaron. En los mensajes Giulia ruega que la dejen en paz. Y ahora, según lo reconstruido por Corriere della Sera, el acecho podría ser una de las circunstancias agravantes impugnadas por los fiscales. Emblemático es el 7 de noviembre cuando Turetta comienza a enviar sus vocales temprano en la mañana, protestando por la falta de buenas noches. Giulia está exasperada: «Te comportas como una psicópata. A veces me asustas. Tal vez tú también vengas a buscarme más tarde. Pero quiero poder mantener la calma. Sabes, pensé: este tipo está un poco enfermo, será mejor que le diga buenas noches”.

La premeditación y esa lista con los detalles asesinos

No sólo eso, hay un detalle significativo, que data del mismo día. Mientras los dos discutían durante varias horas, incluso con sus disculpas, Turetta escribió una nota en su teléfono celular a las 9:51 p.m. Una especie de lista que podría revelar cómo el asesinato de Giulia fue en gran medida premeditado: «Mapa geográfico, mochila grande, cuchillos, tanque lleno de gasolina, bolsas de dinero, bolsas de basura, ataduras de tobillos por debajo y por encima de las rodillas, bloqueo de puertas de autos, cinta adhesiva “. Al día siguiente, 8 de noviembre, Turetta descubre que Giulia está en contacto con un chico de Reggio Emilia. Se conecta a Internet, descarga aplicaciones espía y trata de comprender a sus seguidores en Instagram. Giulia responde sin rodeos: “Estás enferma”. Y luego agrega: «Un par de veces apareciste donde yo estaba. Me espías. Pero hay cosas que quiero guardar para mí porque me asusta lo que puedas hacer con esa información”. Y él responde defendiéndose: «Yo no controlo, sólo quería unas buenas noches antes de dormir. Nos queremos, somos cercanos, somos dos patatas. ¿Cómo puedes siquiera pensar en empezar a salir con otro chico, qué persona tan ridícula eres? Te arriesgas a escribirle buenas noches a otra persona. Algo muy violento hacia mí.”

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