Los efectos de la directiva de la UE y el juego político.

A partir de 2025 ya no se permitirán exenciones fiscales para las calderas de gas. Este es el objetivo marcado por la EPBD (Directiva sobre eficiencia energética de los edificios), que entró en vigor el 28 de mayo. La cuestión que queda por resolver es qué se entiende exactamente por caldera de combustible fósil, algo que quedará aclarado con las directrices que los técnicos de la Comisión Europea están marcando en blanco y negro.

Según una interpretación menos rígida de la directiva, esperada por países como Italia, ya que las calderas de gas pueden utilizar potencialmente determinados porcentajes de gases renovables, como el hidrógeno verde o el biometano. Todos los dispositivos actuales capaces de realizar el cambio deberían poder acceder a incentivos incluso después de 2025, pero, según los ecologistas, este tipo de sistema debería excluirse.

El proyecto de directrices.

Las directrices, que deberían dar a los Estados indicaciones más precisas sobre cómo alcanzar los objetivos fijados por la directiva y cuáles son los márgenes de flexibilidad, deberían publicarse en breve. Según un primer borrador, cuyo contenido se anticipó en un artículo de sol 24 horas, en cuanto a la definición de qué tipos de calderas ya no se pueden fomentar, nos dirigimos hacia una interpretación bastante restrictiva de las indicaciones de la directiva «Cuando la red local transporte principalmente gas natural, no se fomentará la instalación de calderas. Sin embargo, cuando la red local transporta principalmente combustibles renovables, la instalación de calderas puede recibir incentivos financieros”, escribe el sol 24 horas. «Es decir, al menos un 51% de combustible renovable, como el biometano, debe llegar físicamente al apartamento donde está instalada la caldera para obtener las bonificaciones fiscales».

De nuevo, según anticipó el periódico económico, la paralización a partir de enero de 2025 debería aplicarse a cualquier forma de incentivo, desde contribuciones para compradores e instaladores hasta exenciones fiscales que ya no pueden concederse para la instalación de sistemas de gas.

El adiós definitivo en 2040

El adiós definitivo a las calderas de gas, sin embargo, empezará a partir de 2040: la eliminación será gradual. Los Estados en sus planes nacionales de renovación de edificios tendrán que definir las políticas y medidas que pretenden implementar para lograr este objetivo.

El juego político

La hoja de ruta es bastante ajustada, sin embargo no se puede descartar que sea revisada. La nueva Comisión de la UE, que asumirá sus funciones a finales de año, podría decidir revisar algunos expedientes. En particular, se trata de “casas verdes”, que muchos partidos de derecha, que vieron aumentado su apoyo en las últimas elecciones europeas, se han comprometido a cambiar.

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