Obligada a comer sólo una vez al día y no beber después de las cinco de la tarde, sentenció la mujer.

CORRIDONIA – «Me ponía pañuelos de papel en las manos y en las muñecas y si los encontraba movidos me golpeaba. Me atacaría por cualquier motivo”. Hablando durante…

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CORRIDONIA – «Me ponía pañuelos de papel en las manos y en las muñecas y si los encontraba movidos me golpeaba. Me atacaría por cualquier motivo”. El orador durante el juicio fue un empresario de Corridonia, de 64 años, víctima de malos tratos y lesiones por parte de su entonces esposa. Ayer el juez Domenico Potetti condenó a la mujer a 3 años y 6 meses de prisión y al pago de 60 mil euros de indemnización a la parte civil. En la sala del tribunal la acusación fue apoyada por la fiscal Francesca D’Arienzo.

La historia

Durante una audiencia, la víctima reconstruyó una terrible experiencia que duró unos tres años, de 2014 a 2017. Todo comenzó después de una cirugía cardíaca tras un infarto. Al regresar a casa, el empresario notó un cambio en su esposa quien, según él, lo habría golpeado por cualquier asunto sin importancia. Un día “yo estaba tumbado en el sofá porque no podía moverme – dijo al tribunal -, ella estaba sentada en una silla delante de mí y empezó a golpearme con los talones y las manos, rompiéndome el esternón”. También le golpeaba en la cabeza con el cabezal de la ducha, había ido varias veces a urgencias pero siempre había justificado las lesiones con caídas. También habría habido ataques durante un crucero (en el bienio 2015-2016 tuvieron tres) pero ninguno de los amigos habría notado nada. Según la fiscalía, en aquellos años, su esposa pidió prestado a sus familiares grandes sumas de dinero, que no utilizó para su marido sino para someterse a una cirugía de liposucción. Según la acusación, ella lo obligó a comer sólo una vez al día, a no beber después de las 5 de la tarde y a usar pañales. Pero el 3 de agosto de 2017 la pareja viajó a Roma y cuando ella fue de visita tras la operación de liposucción, él huyó del hotel y pidió ayuda por teléfono a su hija y a su abogado Luciano Pacioni (abogado de la parte civil). El imputado es defendido por el abogado Gerardo Pizzirusso.

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Mensajero del Adriático

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