La Eurocopa 2024 significa exactamente un mes de fútbol (del 14 de junio al 14 de julio), un total de 51 partidos desde la fase de grupos hasta la final para designar al equipo campeón de Europa, el que levantará la copa al cielo en el Olympiastadion de Berlina. Un triunfo al que aspiran todos los participantes en el Campeonato de Europa de fútbol, pero en juego hay mucho más que el trofeo.
Ganan las federaciones, pero también los clubes
El premio total en metálico de la Euro 24 es de 331 millones de euros, que se repartirán entre las 24 naciones que participarán en la fase final. Sin embargo, se trata de un claro aumento en comparación con, por ejemplo, la edición de Inglaterra de 1996, cuando la cantidad total que se repartieron los 16 participantes era sólo de 55 millones (al tipo de cambio del euro).
Alex Grimm – UEFA/Getty Images
En la fase de grupos, cada victoria vale un millón de euros, mientras que un empate genera 500 mil euros por equipo. La clasificación para octavos de final supone unas ganancias de un millón y medio, los cuartos de final de 2,5 millones y la semifinal de cuatro millones. Quien gane la final de Berlín ganará ocho millones de euros, quien pierda se llevará a casa la mitad, cuatro. En total, la federación ganadora podría recaudar hasta 28,25 millones.
Además, la UEFA también repartirá los premios (140 millones) entre los clubes que hayan prestado sus jugadores a las selecciones nacionales: los equipos de primera división (los de los grandes campeonatos europeos, incluida nuestra Serie A) obtendrán un reembolso de alrededor de 10 mil euros por día (a partir de 10 días antes del inicio del evento) para cada integrante convocado por su selección nacional. Un club que tenga un jugador finalista, por tanto, podría ganar 400 mil euros.
La copa para los ganadores
Quien gane la final de Berlín alzará al cielo la copa, un trofeo que mide 60 centímetros y pesa ocho kilos, 18 centímetros más y dos kilos más que el original (que no tenía el pedestal como el que tiene ahora). El nuevo trofeo (que presenta los nombres de los ganadores anteriores en el reverso de la copa) fue encargado por la UEFA para la Eurocopa 2008 y el primero en levantarlo fue el capitán de España, Iker Casillas.
El trofeo (fabricado en plata de ley) lleva el nombre de Henri Delaunay, un directivo deportivo francés que impulsó la idea de crear una competición reservada a las selecciones europeas para contrastar con la Copa América. El creador del trofeo fue su hijo Pierre, que sucedió a su padre Henri como secretario general de la UEFA.
