Universidad de Urbino, investigador ausente desde 2003 sigue cobrando salario

Un caso increíble está sacudiendo a la Universidad de Urbino: Un investigador, desaparecido de los laboratorios desde 2003, seguía percibiendo un salario mensual de entre 2.500 y 3.000 euros. Luciano Lattanzi, de 62 años, residente en Montecopiolo, en la provincia de Rimini, es el protagonista de esta historia surrealista.

Una ausencia de 21 años

Luciano Lattanzi, investigador del departamento de Ciencias Puras y Aplicadas, sector ambiental, comenzó su carrera en la Universidad de Urbino hace 27 años. Sin embargo, desde 2003 no se presenta en el laboratorio, lo que provocó que su número de móvil fuera eliminado de los sistemas de la universidad. A pesar de su prolongada ausencia, Lattanzi siguió recibiendo su salario con regularidad.

Declaraciones del rector y del director del departamento

El rector Giorgio Calcagnini, entrevistado por “Il Resto del Carlino”, explicó: “Tenemos más de 350 profesores y realmente no conozco a este colega. He recibido informes de su prolongada ausencia. Los investigadores no tienen obligaciones particulares, ciertamente no están obligados a fichar, pero está claro que tienen que investigar. Si Lattanzi no ha producido nada durante 21 años y sigue recibiendo un salario, hay que aclarar todo y tomar inmediatamente las medidas necesarias”.

Andrea Viceré, directora del departamento, también intentó localizar a Lattanzi a lo largo de los años, sin éxito: “Lo busqué repetidamente. Nunca me respondió ni se presentó. Sin embargo, me gustaría decir que yo no soy su empleador, el rector tiene este papel. Tengo el poder de dar opiniones negativas sobre la productividad del investigador y me he apegado a ello.”

La reacción del investigador.

Entrevistado por el periódico, Lattanzi respondió irónicamente: “Es cierto, no he investigado desde 2003. Mi carrera se vino abajo porque hice tantos proyectos, pero sin recibir financiación. Entonces me quedé en casa, pagué porque tengo tenencia. Ni siquiera tengo computadora y no conozco al director del departamento. Pero ahora voy a volver a la facultad para ver cuánto me queda para la jubilación”.

Posibles consecuencias

El rector Calcagnini declaró que, al encontrar confirmación de los informes recibidos, no descarta el despido de Lattanzi. Y añade: “No conozco ningún otro investigador que esté ausente tanto tiempo y de todas formas siempre hay contacto con su responsable. Pero en este caso ni siquiera hay contacto telefónico”.

Conclusiones

El caso de Luciano Lattanzi representa un ejemplo extremo de ineficiencia y falta de control dentro de la Universidad de Urbino. El caso plantea importantes interrogantes sobre la gestión del personal académico y los criterios para evaluar la productividad de los investigadores. Mientras la universidad se prepara para tomar las medidas necesarias, el investigador fantasma se prepara para regresar a la facultad, quizás por última vez, antes de jubilarse.

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