Tierra quemada entre Diyarbakır y Mardin, Turquía, el 21 de junio de 2024. (Agencia de noticias Demiroren/Afp)
Al menos once personas murieron y decenas resultaron heridas en un incendio que, impulsado por fuertes vientos, alcanzó algunas localidades del sureste de Turquía y provocó también la muerte de cientos de animales.
El Ministro de Salud, Fahrettin Koca, dijo el 21 de junio que “once personas murieron y setenta y ocho resultaron heridas”. De ellos, cinco están hospitalizados en cuidados intensivos.
El incendio se produjo en una zona rural entre las ciudades de Diyarbakır y Mardin, cerca de la frontera con Siria.
Koca añadió que los bomberos controlaron el incendio durante la noche, pero que “todavía están trabajando”.
Los habitantes del pueblo de Köksalan dijeron a la AFP que habían perdido la mitad de sus aproximadamente 1.000 cabras y ovejas.
El incendio se inició el 20 de junio debido a la quema de rastrojos a unos 30 kilómetros al sur de Diyarbakır, donde las temperaturas han superado los 40 grados en los últimos días, dijo el ministro del Interior, Ali Yerlikaya.
El ministro de Justicia, Yılmaz Tunç, anunció la apertura de una investigación.
Trece mil hectáreas de vegetación
Según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (Effis), desde principios de año en Turquía los incendios han destruido casi trece mil hectáreas de vegetación.
Según los científicos, la intensidad y frecuencia de los incendios está aumentando en todo el mundo debido al calentamiento global.
