“Se rompió la dirección”

La dirección se rompe, lo que hace que el autobús sea incontrolable, y el vehículo resbala sobre las barreras protectoras desgastadas y dañadas, antes de caer al vacío desde el paso elevado. Ésta es la dinámica del dramático accidente ocurrido el 3 de octubre del año pasado en Mestre, en el que perdieron la vida 22 personas. Ya ha concluido la primera fase de los peritajes, algunos de los cuales han permitido reconstruir las causas de la masacre.

Masacre de Mestre: las causas del accidente

Como confirmó el fiscal general de Venecia, Bruno Cherchi, el principal sospechoso es el sistema de dirección del autobús: “Una consultoría ha comprobado la rotura de la articulación que une el volante a las ruedas. Una rotura que no se debe a otros impactos , sino provocado por la falla de un pasador en el sistema de transmisión”. Precisamente el fallo de este pasador habría hecho que el vehículo fuera ingobernable e imposible de frenar: el autobús se deslizó entonces a lo largo de la barrera “dañada” hasta llegar al hueco donde cayó.

De los informes entregados esta mañana a la Fiscalía se desprende también el mal estado de las barreras del paso elevado de Mestre, que datan de los años 1970, que pueden haber influido en la tragedia: “Las condiciones de las barreras del paso elevado de Mestre Los pasos elevados no eran buenos para el consultor no pudieron resistir un accidente como el ocurrido. Estaban desgastados y habían sufrido falta de mantenimiento.

Las imágenes y la autopsia del conductor

“Hay imágenes – añadió el fiscal – tomadas por las cámaras del interior del autobús, que registran los últimos momentos vividos por los pasajeros antes de su descenso por el paso elevado, pero no han sido divulgadas, salvo a las partes, debido a su carácter dramático. Una decisión dictada por el hecho de que captamos el momento exacto de la colisión y la reacción de muchos ocupantes, incluidos menores. Por eso hemos decidido prohibir su difusión y visualización pública. Además de la rigidez de los brazos y de la antigua barandilla, los informes entregados a la Fiscalía también se referían a la autopsia del conductor Alberto Rizzotto, única víctima italiana, a las investigaciones del corazón, que habrían descartado una enfermedad: ” El comportamiento del conductor fue correcto – concluyen los magistrados – De la recogida de datos del teléfono móvil y de las imágenes de las cámaras se desprende que el conductor recibió correos electrónicos y mensajes en esas situaciones, pero nunca utilizó el teléfono móvil durante el viaje. carrera”. La autopsia demostró que Rizzotto murió a causa de las graves lesiones en la cabeza sufridas cuando el autobús cayó del paso elevado.

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