Francia se muestra, pero gana con un gol en propia meta. La Austria de Rangnick comete demasiados errores

Francia se muestra, pero gana con un gol en propia meta. La Austria de Rangnick comete demasiados errores
Francia se muestra, pero gana con un gol en propia meta. La Austria de Rangnick comete demasiados errores

AUSTRIA

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FRANCIA

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AUSTRIA (4-2-3-1) Pentz 6; Posch 6, Danso 5,5, Wober 4,5 (calle 14′ Trauner), Mwene 6 (calle 43′ Prass); Seiwald 6, Sabitzer 6,5; Laimer 6, Baumgartner 6, Grillitsch 6 (st 14′ Grimmer); Gregoritsch 6 (st 14′ Arnautovic). Entrenador: Rangnick 6.

FRANCIA (4-3-3): Maignan 6,5; Koundè 6, Upamecano 6, Saliba 6, T. Hernández 6; Rabiot 6,5 (st 36′ Camavinga), Kantè 6, Griezmann 6,5 (st 45′ Fofana); Thuram 5,5, Mbappé 7 (t 45′ Giroud), Dembelé 7 (t 36′ Kolo Muani). Entrenador: Deschamps 6.5.

Árbitro: Jesús Gil Manzano 6.

Goles: 38′ pt Wober (gol en propia puerta)

Nota. Amonestados: Wober, Mwene, Dembelé, Mbappé

Si aquel balón lanzado por Mbappé no hubiera acabado en la cabeza del desafortunado Wober probablemente estaríamos contando un final diferente. Sí, porque Francia se impuso 1-0 a Austria gracias a un gol en propia puerta, en una especie de ajedrez infinito salpicado de pequeños errores (también hay un sensacional tiro libre de Giroud). La acción que rompe el equilibrio surge de una galopada de Mbappé que se va hacia la derecha, apunta al rival, entra al área y cruza hacia atrás, Wober mete la cabeza y desgraciadamente desvía hacia su portería. Hay una Austria que tiene mucho de qué quejarse. Porque la oportunidad de gol más concreta de la primera parte llega justo antes del gol en propia puerta, está en salsa rojiblanca. Centro desde la izquierda, Sabitzer hace el pase para Baumgartner que dispara pero no acierta bien, Maignan se opone extendiendo una pierna, pero el árbitro increíblemente no concede el córner. Para Gil Manzano el toque final le corresponde al centrocampista ofensivo del Leipzig. Maniobramos, estudiamos, con una Austria con filas muy apretadas, que logra eclipsar incluso la clase de Thuram y Mbappé. Fue el francés emigrado al conjunto blanco el que falló un gol con un error sensacional: sólo ante el portero lanzado a la red por Rabiot el balón salió desviado. El Balón de Oro sigue sin goles en la Eurocopa.

Rangnik intenta jugar con cargas pesadas: Arnutovic y Wimmer salen al ataque para romper el punto muerto y añadir consistencia en la fase de ataque. Y pensar que los austriacos juegan el juego y durante la mayor parte del partido no parecen sufrir la diferencia técnica, así como una velocidad de crucero decididamente menor, con sus oponentes. Austria intenta mantenerse en el juego, pero el resultado ya no cambia. Ni siquiera con una recuperación monstruosa de 9 minutos. El motivo es un golpe recibido por Mabappé en un contacto aéreo. Un golpe en la nariz que lo deja aturdido y sangrando en el suelo. El capitán parece regresar y luego vuelve a caer al suelo y es amonestado.

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