Política exterior e Indo-Pacífico, ¿qué papel de la diplomacia sanitaria?

La pandemia ha puesto de relieve la interconexión entre la salud y la política exterior, lo que apuntala la necesidad de un enfoque colaborativo y multilateral para los futuros desafíos sanitarios. La experiencia de los países del Indo-Pacífico proporciona una hoja de ruta para construir sistemas resilientes capaces de responder a las pandemias, a través de la solidaridad global, la preparación y la voluntad de aprender de los éxitos y desafíos de otros. El análisis de Pratnashree Basu, miembro asociado de la fundación de investigación Observer

16/06/2024

Diplomacia sanitaria en la región del Indo-Pacífico representa un punto crítico donde las iniciativas de salud pública se cruzan con la densa red de intereses geopolíticos y disparidades económicas. Mientras las naciones de esta vasta y dinámica región enfrentan desafíos comunes, desde enfermedades infecciosas emergentes hasta enfermedades no transmisibles, la diplomacia sanitaria puede servir como una fuerza fundamental para promover los objetivos de salud pública y garantizar el acceso equitativo a la atención médica, al tiempo que promueve la colaboración regional y mitiga los impacto de las epidemias en la estabilidad de la zona. El énfasis en la salud en los debates de política exterior ha aumentado, como lo demuestran varias declaraciones y resoluciones internacionales, que destacan la interdependencia entre las dos cuestiones para lograr resultados positivos en materia de salud mundial.

PANDEMIAS: LECCIONES APRENDIDAS

A finales del siglo XX y principios del XXI, se produjeron cambios significativos en el panorama de la diplomacia sanitaria en el Indo-Pacífico impulsados ​​por la globalización y el surgimiento de nuevas amenazas a la salud pública. La región ha estado a la vanguardia en la respuesta a crisis globales como la epidemia de Sars en 2003, la pandemia de H1N1 en 2009 y, más recientemente, la pandemia de Covid-19. Estos acontecimientos han subrayado la necesidad de reaccionar eficazmente, de una respuesta internacional coordinada y han llevado la diplomacia sanitaria al centro de los debates geopolíticos. La región del Indo-Pacífico también ha sido un actor clave en las iniciativas de salud global, contribuyendo a los debates sobre los derechos de propiedad intelectual, la equidad en las vacunas y la integración de la medicina tradicional en la atención médica general.

En los últimos años, iniciativas como el Diálogo Cuadrilateral de Seguridad (Quad) han ampliado su enfoque en la diplomacia sanitaria, subrayando la importancia estratégica de la salud en la política exterior, particularmente a la luz de los desafíos planteados por la pandemia de Covid-19. Uno de los esfuerzos clave del Quad ha sido garantizar el acceso equitativo a las vacunas a nivel mundial, especialmente para los países de ingresos bajos y medianos que enfrentan barreras de acceso. Iniciativas como la asociación de vacunas Quad y el apoyo al radar pandémico global resaltan el enfoque del grupo en la investigación colaborativa de vacunas. Además, el Quad ha abordado las dudas y la desinformación sobre las vacunas mediante campañas de concientización pública y participación científica, promoviendo la confianza en las vacunas. El Quad también ha buscado racionalizar la alineación de políticas entre los países miembros, apoyando la equidad sanitaria global y abordando cuestiones como la escasez de vacunas y las ineficiencias en la distribución. A pesar de enfrentar desafíos, como la escasez de las vacunas prometidas, el Quad ha recalibrado sus objetivos para mejorar las capacidades de producción de vacunas para futuras emergencias y enfermedades endémicas en el Indo-Pacífico. Como “almacén farmacéutico mundial”, que produce el 60% de las vacunas del mundo y desempeña un papel importante en la distribución de las de Covid-19, la diplomacia sanitaria de Nueva Delhi se extiende también a la defensa del acceso equitativo a los recursos sanitarios. En el marco del programa Vaccine Maitri, la India ha aprovechado su considerable capacidad de fabricación de productos farmacéuticos para producir vacunas no sólo para uso interno sino también para distribución mundial. La iniciativa fue fundamental para proporcionar millones de dosis de vacunas a más de noventa países en varios continentes, incluidos estados del Océano Índico, África, América Latina y el Caribe. Sin embargo, la iniciativa también ha enfrentado desafíos, incluida la escasez de vacunas a nivel nacional tras el aumento de casos de Covid-19 en India, que afectó temporalmente las exportaciones. A pesar de estos obstáculos, el programa se ha adaptado y ha seguido contribuyendo al suministro mundial de vacunas, al tiempo que apoya al mecanismo Covax para garantizar una distribución más equitativa.

LA EXPERIENCIA DE OTROS PAÍSES

Otros países del Indo-Pacífico, como Corea del Sur, Taiwán, Nueva Zelanda y Vietnam, han brindado respuestas efectivas a la pandemia de Covid-19, lo que demuestra la importancia de una acción oportuna respaldada por la tecnología, la confianza pública y la comunicación transparente en la gestión de las crisis sanitarias. . La respuesta de Corea del Sur se caracterizó por pruebas exhaustivas, un innovador sistema de rastreo de contactos y el hecho de evitar un bloqueo total confiando en su sólido sistema de salud y la cooperación pública. Las medidas proactivas de Taiwán, incluidas estrictas restricciones de viaje, mensajes eficaces de salud pública y la integración de datos de salud e inmigración, han ayudado a mantener a raya la pandemia. Nueva Zelanda adoptó una postura decisiva y oportuna con su estrategia de “ir duro, ir temprano”, que incluía una de las medidas de bloqueo y control fronterizo más estrictas a nivel mundial. La estrategia de Vietnam ha incluido medidas similares de cierre de fronteras, comunicación clara sobre salud pública y el uso de redes de base para la movilización comunitaria, lo que ha mantenido el número de casos y muertes notablemente bajo a pesar de la proximidad al origen de la pandemia.

SISTEMAS DE SALUD RESILIENTES

Estas naciones han demostrado que una combinación de controles fronterizos preventivos, preparación de salud pública y uso ágil de tecnología de prueba y rastreo puede mitigar significativamente el impacto de las amenazas a la salud global. La pandemia ha puesto de relieve la interconexión entre la salud y la política exterior, lo que apuntala la necesidad de un enfoque colaborativo y multilateral para los desafíos futuros. Las experiencias de estos países del Indo-Pacífico proporcionan una hoja de ruta para construir sistemas de salud resilientes capaces de responder a las pandemias, subrayando la necesidad de solidaridad global, preparación y voluntad de aprender de los éxitos y desafíos de otros.

La diplomacia sanitaria en la región del Indo-Pacífico se enfrenta al desafío de su diversidad, tensiones geopolíticas, disparidades económicas y una amplia gama de amenazas transfronterizas a la salud. Las diferencias políticas y las tensiones históricas entre países pueden potencialmente obstaculizar la acción unificada en cuestiones de salud, mientras que las disparidades económicas crean un acceso desigual a los recursos. La susceptibilidad de la región a las enfermedades infecciosas, los riesgos ambientales y los efectos del cambio climático, combinada con las disparidades en la infraestructura y la capacidad del sistema de salud, complica aún más la implementación de estrategias cohesivas.

Fortalecer la cooperación regional a través de plataformas como la ASEAN, las oficinas regionales de la OMS y el Quad es crucial para promover iniciativas de salud que no solo puedan abordar crisis inmediatas sino también garantizar la sostenibilidad a largo plazo de los sistemas de salud. Los esfuerzos de creación de capacidad, incluida la capacitación de trabajadores de la salud y la inversión en infraestructura y tecnología, son esenciales para mejorar los sistemas más débiles y promover la cobertura sanitaria universal. El desarrollo de marcos regionales para el intercambio de datos y sistemas de alerta temprana, al tiempo que se garantiza el respeto por la soberanía nacional y la privacidad de los datos, permitirá respuestas oportunas a las amenazas a la salud. Además, la participación de las comunidades locales, el respeto por las prácticas tradicionales y el uso de estrategias de comunicación efectivas son fundamentales para mejorar la concienciación y la educación sanitaria de las diferentes poblaciones.

PIEDRA ANGULAR PARA LA SEGURIDAD SANITARIA MUNDIAL

En última instancia, la diplomacia sanitaria en el Indo-Pacífico no sólo puede abordar desafíos de salud específicos, sino también contribuir a objetivos más amplios de desarrollo sostenible e inclusión social. Al dar prioridad a las poblaciones vulnerables y abordar las disparidades, la diplomacia sanitaria puede servir como piedra angular de la cohesión regional y la seguridad sanitaria mundial.

El artículo original fue publicado por la fundación de investigación Observer, un think tank independiente con sede en Delhi dedicado a temas de interés global relacionados con el territorio.

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