Las multas y las licencias suspendidas están llegando a raudales. Esto es lo que ha estado sucediendo recientemente en Cagliari. Quienes pagan las consecuencias no son sólo los dueños de los locales que claramente no respetan las normas, sino también quienes viven en la incertidumbre. “Hoy hay muchos de nuestros socios que nos preguntan cuál será el futuro de Cagliari. Ellos están perdidos
en la ciudad, el verano ha comenzado y no sabemos si, cuándo y cómo podremos trabajar”, explica el presidente de Fipe Confcommercio Sud Sardegna Emanuele Frongia, “llevamos tiempo luchando contra un plan de mejora del ruido que no no nos permitirá trabajar con total tranquilidad respetando al mismo tiempo a los residentes de
barrios”.
Por este motivo, la asociación gremial espera que el nuevo consejo pueda instalarse próximamente. “Sería oportuno iniciar de inmediato una discusión con el concejal de Actividades Productivas que será electo, hoy están en riesgo nuestros locales, por lo tanto están en riesgo los servicios a los muchos turistas de nuestra ciudad y otros datos de no poca importancia, Los puestos de trabajo de muchos empleados que tienen familias detrás de ellos y tal vez incluso una hipoteca que pagar están en riesgo. Estamos realmente preocupados por lo que está pasando”.
